La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, y el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, redoblan hoy sus esfuerzos en el último día de la campaña para las elecciones generales de mañana en el Reino Unido. La líder "tory" visitó hoy el mercado de carne Smithfield, en Londres, antes de viajar por varias localidades del este y el centro de Inglaterra, donde volverá a defender la importancia de contar con un liderazgo fuerte en la negociación sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), su tema central de la campaña.
Por su parte, el líder laborista estará hoy en la ciudad escocesa de Glasgow, antes de desplazarse a otras ciudades de Inglaterra y concluir su campaña en el barrio londinense de Islington.
Según fuentes laboristas, el político izquierdista volverá defender la importancia de mejorar los servicios públicos, en especial el Servicio Nacional de Salud (NHS).
En los últimos días, la seguridad centró la campaña a raíz del atentado del sábado en el Puente de Londres, en el que tres agresores arrollaron con una camioneta a viandantes en el Puente de Londres antes de apuñalar a varias personas en el cercano mercado gastronómico de Borough, causando siete muertos.
La jefa del Gobierno ha prometido cambios en las leyes sobre derechos humanos si fuese necesario para combatir el terrorismo.
May defendió anoche la necesidad de "hacer más para restringir la libertad y los movimientos de sospechosos de terrorismo cuando haya pruebas suficientes para saber que suponen una amenaza".
En tanto, el líder laborista llegó a pedir la dimisión de May por haber dispuesto un recorte en el número de policías cuando era ministra de Interior bajo el mandato del exprimer ministro conservador David Cameron, quien dimitió el año pasado tras la victoria del "brexit" en el referéndum europeo de hace casi un año.
Casi cincuenta millones de británicos están llamados mañana a las urnas para votar en estos comicios anticipados. Al comienzo de la campaña a principios de mayo, May le llevaba a Corbyn una ventaja de casi veinte puntos en los sondeos sobre intención de voto, pero esa brecha se ha reducido en los últimos días hasta estar casi empatados.