La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y la canciller alemana, Angela Merkel, recalcaron hoy que se emplearán todos los medios políticos y financieros necesarios para estabilizar a los países y bancos de la eurozona con problemas.
Sus declaraciones tuvieron lugar en una rueda de prensa multitudinaria en la cancillería berlinesa, tras un encuentro preparatorio de la próxima reunión del G20, de marcado carácter financiero, en el que también participaron los dirigentes de la OCDE y el Banco Mundial (BM).
Merkel aseguró que, si la Autoridad Bancaria Europea (EBA) vuelve a analizar la situación de las instituciones financieras del viejo continente y considera necesaria una recapitalización, Alemania tomará "muy en serio" esa recomendación.
"Con seguridad, será un dinero invertido de una manera sensata", subrayó la jefa del Gobierno alemán, tras negar que una decisión en este sentido fuese de carácter político.
En línea con lo que ya apuntó ayer en Bruselas tras entrevistarse con el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, la canciller agregó que para emprender un programa en este sentido es imprescindible acordar unas "condiciones" y llegar a un "consenso" a nivel europeo.
Además, la jefa del Gobierno alemán indicó que el reforzado nuevo fondo de rescate europeo (FEEF), si lo ratifican todos los parlamentos de la Unión Europea (UE), es el mecanismo adecuado para ayudar a los bancos cuyas dificultades impliquen un "riesgo sistémico" para la eurozona.
Si no, apostilló Merkel, el país al que pertenezca esa entidad deberá hacerse cargo del respaldo financiero pertinente.
No obstante, señaló que "lo mejor" sería que los bancos fuesen capaces de obtener los fondos que precisan por "sus propios medios", esto es, en el mercado.
Por su parte, Lagarde afirmó que el FMI "está implicado activamente" en la crisis de la eurozona, tanto en su labor ordinaria de supervisión como de manera específica en los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal, y que seguirá estándolo mientras sea preciso, aunque no quiso augurar por cuánto tiempo.
"Sí que tenemos los recursos necesarios", recalcó tajante la directora gerente del FMI al ser interrogada sobre la capacidad financiera del FMI ante un eventual rescate de Italia, la tercera mayor economía de la eurozona tras Alemania y Francia.
Además de la delicada situación que atraviesa la eurozona, Largarde, Merkel, el presidente del BM, Robert Zoellick, y el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, abordaron la necesidad de controlar los flujos internacionales de capital dentro de la reforma del sistema financiero internacional en la que está trabajando el G20.
"Hasta el momento, no hay un mecanismo de corrección automática", indicó Merkel, que abogó con Lagarde por una serie de controles sin especificar, que mejoren la estabilidad y eviten nuevas distorsiones económicas y financieras, como crisis, burbujas y ataques especulativos, aunque sin caer en el proteccionismo.
La directora del FMI reconoció que la comunidad internacional debe seguir trabajando para "coordinar y entender adecuadamente" los flujos de capital.
A este respecto, Gurría destacó que en la actualidad se están produciendo "enormes flujos de capital" de economías desarrolladas a países emergentes, lo que espolea "muchas distorsiones" -burbujas y apreciaciones de divisas, entre otras- y que el G20 debe analizar "cómo enfrentarse a este reto".
Lagarde señaló asimismo que el G20 estudiará cómo reforzar el papel del FMI como supervisor financiero global y el establecimiento de una red de seguridad financiera, dos instrumentos para garantizar la "seguridad y la estabilidad del sistema".
La canciller alemana, que aboga por una tasa para gravar las transacciones financieras, mostró su esperanza de que la reunión del G20, que se celebrará el 3 y 4 de noviembre en Cannes (Francia), alcanzará un acuerdo consensuado que favorecerá una "mejor coordinación y regulación" global. La canciller alemana además subrayó la importancia de un sistema monetario internacional estable para conseguir un crecimiento económico mundial sostenido.
"El sistema monetario internacional y su estabilidad son naturalmente de gran importancia para un desarrollo económico razonable", dijo la canciller germana, quien subrayó que este tema será uno de los destacados de la cumbre del G20 en noviembre.
La canciller alemana recordó que actualmente no existe en el sistema monetario global mecanismo alguno que corrija los desequilibrios de manera automática y subrayó la necesidad de crear un marco para la gestión de "los enormes flujos de capitales".
Añadió que durante las conversaciones mantenidas esta tarde en la Cancillería Federal hubo consenso acerca de que un "control" de los flujos de capital debe ser el "último recurso".
Precisamente, la canciller alemana había anunciado por la mañana que va a proponer una tasa a las transacciones financieras en la próxima cumbre de jefes de Estado y Gobierno del G20 del próximo 3 y 4 de noviembre en Cannes (Francia).
En un encuentro con jefes de gobierno de los estados federados germano orientales en Leipzig, Merkel consideró que los mercados financieros internacionales aún no han sido regulados convenientemente, uno de los propósitos de la reforma del sistema financiero global en la que trabaja el G20.
"Aún no hemos llegado al extremo de tener los mercados financieros tan regulados como para que la gente tenga la sensación de que una crisis como la actual no se va a volver a repetir", aseguró la canciller alemana.