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La marcha que protagonizaron en Caracas miles de venezolanos opositores para rendir homenaje a los fallecidos durante la ola de protestas antigubernamentales terminó en paz tras haber superado algunos escollos y pequeños puntos de represión.

Los manifestantes contrarios al Gobierno salieron desde varios puntos de la ciudad para concentrarse frente a la sede principal de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) lo que fue celebrado por los manifestantes que pudieron pasar al oeste de la capital venezolana, gobernada por el chavismo y zona en la que hasta hoy había estado prohibido su paso.

Los que partieron desde el este de Caracas tuvieron que sortear algunas barreras policiales, pero finalmente se les permitió pasar e incluso fueron acompañados por la fuerza pública.

Sin embargo, un grupo intentó sin éxito caminar por la autopista Francisco Fajardo, la principal vía rápida de la ciudad, pero fue repelido por la Guardia Nacional (GNB, policía militarizada), que utilizó gases lacrimógenos, aunque no se registraran heridos.

"No ha habido nada que lamentar por una sola razón, porque no ha habido represión de los cuerpos de seguridad", dijo el diputado Tomás Guanipa al recordar que esta movilización es para honrar a las personas que han muerto durante la última oleada de protestas iniciada hace unas tres semanas.

"Nadie nos va a hacer retroceder hasta que haya elecciones generales en este país y elijamos a un nuevo gobierno para todos", declaró el parlamentario.

El dos veces candidato a la Presidencia Henrique Capriles recordó desde la entrada a la Conferencia Episcopal que el objetivo de las protestas es exigir que se respeten los derechos plasmados en la Constitución.

"Estamos en la calle pidiendo elecciones libres y democráticas, estamos pidiendo que se abra un canal humanitario para que haya alimentos y medicinas, muchos venezolanos se están muriendo por hambre y por falta de medicamentos", dijo Capriles.

Afirmó que la oposición pide respeto a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento, controlado por el antichavismo) así como la libertad de los presos políticos y el cese de "la persecución" y las inhabilitaciones a los políticos.

"En las próximas horas les anunciaremos cuales serán las siguientes acciones", agregó el también gobernador del céntrico estado Miranda que aseguró que los habitantes del oeste de Caracas celebraron que se hubiera podido concretar esta manifestación en la zona gobernada por el chavismo.

"En cualquier rincón de Venezuela donde usted se meta la gente quiere una sola cosa: cambiar. Esta es la lucha de todos", dijo.

En la movilización de hoy, además de los diputados y dirigentes opositores, también participaron familiares de los políticos presos como Lilian Tintori, esposa del líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, y su madre, Antonieta Mendoza.

También participó Mitzy Capriles, esposa del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.

"Esta marcha del silencio lo logró", dijo Tintori al referirse al hecho de que los opositores pudieron manifestarse finalmente y sin ser reprendidos en el oeste de la ciudad.

"Lo logramos, con perseverancia, todos unidos sin bombas, sin represión, la policía nos abrió el camino", agregó para exclamar "viva Venezuela libre!".

La dirigente opositora y líder de la organización política Vente Venezuela, María Corina Machado, declaró a los manifestantes: "Que lo escuchen bien, la dictadura transita sus días finales, se acerca la libertad".

Indicó que los opositores seguirán en la calle con el propósito de que "Maduro y su régimen salgan del poder".

Se espera que mañana la oposición haga un alto en su agenda de manifestaciones para ser retomada el lunes con "un plantón" en las principales vías del país.

Casi todas las protestas de las últimas semanas fueron reprimidas por los cuerpos de seguridad con lanzamiento de gases lacrimógenos y perdigones, y en muchos casos terminaron con enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.

En estas protestas han fallecido 22 personas, 12 de ellas la noche del pasado jueves durante los saqueos a varios comercios en el barrio El Valle, al oeste de Caracas, además de cientos de heridos y más de 500 detenidos según la ONG Foro Penal Venezolano.