(Actualizado

Los Reyes de España llegaron esta tarde al aeropuerto de Rabat-Salé donde fueron recibidos por el rey Mohamed VI y su esposa, la Princesa Lalla Salma, con los que se trasladaron después hasta el Palacio Real de la capital. Felipe VI y la reina Letizia viajaron hasta Rabat en un avión Airbus de la Fuerza Aérea Española, y el monarca marroquí les esperó en la misma pista junto a su mujer, su hermano, Mulay Rachid, y sus hermanas Lalla Meriem, Lalla Hasna, Lalla Asma.

Nada más bajar del avión, el monarca marroquí dio la bienvenida a Felipe VI con dos besos y saludó a la reina Letizia, y tras él les dio la bienvenida su mujer, la Princesa Lalla Salma.

Después, los dos reyes, seguidos por la reina Letizia, la Princesa Lalla Salma y el príncipe, Mulay Rachid, pasaron revista a la Guardia Real formada ante una alfombra roja extendida desde la entrada del aeropuerto hasta la pista.

Los dos monarcas salieron del aeropuerto en el mismo vehículo, mientras que en otro coche se trasladaron la reina de España y las princesas de Marruecos.

Los reyes viajaron acompañados del ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, y el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín Alfonso.

EXPECTACIÓN EN LAS CALLES PESE AL CALOR

Durante su traslado a la Plaza de Méchouar, los Reyes de España recibieron el cariño de cientos de ciudadanos que agolpaban en las calles, engalanadas con banderas de Marruecos y España.

Grupos de músicos con tambores llegados de poblaciones cercanas amenizaban la espera, en algunos casos de varias horas, mientras otras personas, muchas de ellas familias enteras, aguardaban pacientemente el paso de la comitiva oficial, bajo el fuerte calor reinante hoy en Rabat.

El traslado desde el aeropuerto, escoltados por la Guardia Real a caballo, se realizó en dos vehículos; en un coche viajaron los dos monarcas, Felipe VI y Mohamed VI, y en el otro la Reina Letizia y la Princesa Lalla Salma.

En la Plaza Méchouar, asistieron al acto el Gobierno marroquí en pleno, consejeros del Rey, y otras altas instituciones del Estado alauí, custodiados por un batallón de la Guardia Real, que ha rendido honores de jefe de Estado, con salvas de honor.

Tras pasar revista a las tropas, don Felipe y doña Letizia han saludo al presidente del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirán, a los ocho consejeros del Rey, y a los ministros del ejecutivo de Marruecos.

ACUERDO DE PESCA RATIFICADO

En el interior del Palacio, los dos monarcas han mantenido un encuentro privado, en el que el rey Mohamed VI de Marruecos ha comunicado al rey Felipe VI que ha firmado y rubricado el acuerdo de pesca con la Unión Europea, completando así un trámite pendiente desde el pasado mes de febrero, con lo que los barcos europeos, en su mayor parte españoles, podrán hacerse en los próximos días a la mar.

Según fuentes de la Casa Real española, el monarca alauí le dio la noticia a Felipe VI durante la audiencia que ambos celebraron esta tarde en el Palacio Real de Rabat, al poco de llegar el rey de España a Marruecos.

Felipe VI agradeció al monarca marroquí el "doble gesto", en referencia a la firma del acuerdo y que haya sido comunicado hoy.

El acuerdo de pesca había sido ratificado ya por las dos cámaras parlamentarias marroquíes -y previamente por la europea- el pasado mes de febrero, pero desde entonces estaba pendiente la firma del rey Mohamed VI para que pudiera entrar en vigor.

Aunque nunca hubo una explicación oficial, fuentes cercanas a las negociaciones explicaron que era el enfado marroquí por una nueva normativa europea sobre la entrada de verduras marroquíes en territorio comunitario, que afectaba particularmente al tomate marroquí y que según Rabat ponía en peligro 30.000 puestos de trabajo.

El pasado junio se anunció en Bruselas que las autoridades comunitarias y las marroquíes habían llegado a un principio de acuerdo sobre la cuestión agrícola, y desde entonces se esperaba que de un momento a otro se desbloqueara el capítulo pesquero.

El acuerdo pesquero permitirá faenar en aguas marroquíes a 126 barcos europeos, de los que un centenar son españoles, en su mayoría de carácter artesanal y con más de 700 tripulantes, sobre todo de Canaria y Andalucía, comunidad que requerirá un total de 44 licencias para barcos de Barbate, Conil y Algeciras, todos ellos de la provincia de Cádiz.

Como contrapartida, Marruecos recibirá de la UE unos 40 millones de euros anuales (frente a los 36,1 millones del anterior), a cambio de mayores cuotas de capturas y de extender la zona de pesca.

Concluye así uno de los episodios más largos y penosos para la flota europea, que fue expulsada de las aguas marroquíes en diciembre de 2011 después de que el Parlamento Europeo tumbase un acuerdo previamente consensuado entre la Comisión Europea y el gobierno de Marruecos.

La Eurocámara objetó que aquel acuerdo negociado entonces, y que tuvo que ser enmendado, era económicamente poco rentable, no respetaba la sostenibilidad de las especies y no contaba con la población local en el reparto de los beneficios económicos.

PRIMERA VISITA A MARRUECOS CON REY

Mohamed VI ofrecerá a Felipe VI un "iftar", o desayuno de Ramadán, acto con el que los musulmanes rompen el ayuno que han guardado desde el alba hasta el ocaso, y al que están invitados unas 200 personas.

Felipe VI llega a Rabat, en su primera visita como Rey de España, en un momento de excelentes relaciones bilaterales, aunque con la amenaza del terrorismo de origen yihadista, que tiene en alerta máxima a las fuerzas de seguridad del país alauí desde hace unos días.

La visita de Felipe VI, que forma parte de la "gira de presentación" tras su proclamación el pasado 19 de junio, se produce además durante el Ramadán, algo muy poco habitual en las visitas de Estado a Marruecos. Un gesto por parte del Rey Mohamed VI, signo inequívoco de las relaciones, casi familiares, que unen a las familias reales de ambos países desde hace décadas.

Hace ahora exactamente un año, en julio de 2013, el rey Juan Carlos visitó por última vez Marruecos, también durante el Ramadán, y ahora lo hace su hijo, ya como Rey de España. Con este viaje, Felipe VI cumple además una norma no escrita, seguida también por los presidentes de Gobierno españoles, de elegir Marruecos como primer Estado que visitan al inicio de su mandato fuera de la Unión Europea.

Las relaciones bilaterales atraviesan un momento sin sombras, con España como principal socio comercial de Marruecos, y con una fructífera colaboración en la lucha contra la inmigración irregular, que presiona intensamente las vallas fronterizas de las ciudades de Ceuta y Melilla.