Las autoridades brasileñas apartaron de sus funciones a los policías federales implicados en la brutal muerte por asfixia de un hombre negro de 38 años que fue gaseado dentro un coche patrulla, en el estado de Sergipe, noreste del país
La Policía Federal de Carreteras (PRF, por sus siglas en portugués) aseguró en una nota que está "comprometida" con el esclarecimiento del suceso que acabó con la vida de Genivaldo de Jesús Santos y ha causado una ola de indignación en redes sociales y medios de comunicación.
En vídeos captados por testigos se observa cómo, en un primer momento, la víctima, que sufría esquizofrenía según su esposa, es registrada por los agentes en una carretera a la altura del municipio de Umbaúba.
En un momento determinado se revuelve y es inmovilizado y amarrado de pies y manos. Acto seguido, los uniformados le colocan en el maletero del coche policial y al parecer, con la portezuela bajada, arrojan gases lacrimógenos al interior.
En otro vídeo se ve a los policías sujetando la portezuela, con las piernas de Genivaldo de Jesús Santos colgando y retorciéndose por fuera, mientras una humareda sale del vehículo. Pasados unos segundos las piernas del hombre dejan de moverse.
La PRF indicó que, "a causa de su agresividad", se utilizaron contra el detenido "técnicas de inmovilización e instrumentos de menor potencial ofensivo".
También explicó que durante el traslado a comisaría el detenido lo "pasó mal y fue conducido de inmediato" a un hospital de la región, donde "fue atendido y constatado el óbito", si bien la familia asegura que cuando llegó a la clínica ya estaba muerto.
La organización Human Rights Watch (HRW) pidió a la Fiscalía investigar "inmediatamente" el arresto De Jesús Santos y "las circunstancias de su muerte", incluyendo posibles "indicios de tortura".
"Las autoridades brasileñas tienen la obligación, conforme la legislación brasileña y el derecho internacional de derechos humanos, de investigar el homicidio de Genivaldo y llevar a la Justicia a los responsables", apuntó.
El Fórum Brasileño de Seguridad Pública denunció "la brutalidad" del suceso y la "falta de preparación" de la Policía Federal de Carreteras a la hora de garantizar que sus agentes "obedezcan los procedimientos básicos de abordaje".
"Vivimos en una democracia y no hay espacio para que se practique la barbarie bajo el pretexto de la defensa de la ley y el orden", manifestó la entidad.
Por su parte, el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien defiende que se eliminen por ley los castigos a los policías que hayan podido cometer abusos durante el ejercicio de sus funciones, afirmó este jueves que "nadie admite la ejecución".