Una niña que fue gravemente herida el pasado día 3 en el tiroteo indiscriminado que mató a ocho menores y a un guardia en un colegio de Belgrado, murió este lunes, lo que eleva a diez el número de víctimas mortales del crimen.
La paciente, que había sufrido heridas graves en la cabeza, falleció a pesar de que fue sometida a intervenciones quirúrgicas y otras medidas de intenso tratamiento, informó la televisión pública serbia RTS que cita fuentes del Ministerio de Salud.
El pasado día 3, un niño de 13 años mató en un colegio del centro de Belgrado a ocho de sus compañeros y a un guardia de seguridad, e hirió a una profesora y seis alumnos, antes de ser detenido.
Cometió el crimen con una pistola, propiedad de su padre, que tenía licencia para el arma, y a quien el menor solía acompañarle a prácticas de tiro.
En otro tiroteo, menos de 48 horas después, un joven de 21 años mató a ocho personas e hirió a otras 14 con un arma automática ilegal cerca de la localidad de Mladenovac, en el centro del país.
Hasta entonces, tiroteos masivos han sido raros en Serbia.
En reacción a esta inusitada violencia, el Gobierno serbio decidió endurecer las normas para otorgar licencias de armas y abrió un plazo de un mes para que las entreguen sin consecuencias penales quienes las poseen sin permiso oficial.
Más de 13.500 armas ilegales han sido entregadas de forma voluntaria a la policía hasta ahora, según las autoridades.