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Al menos 36 personas murieron hoy en distintos actos de violencia y protestas en Siria, entre ellas doce soldados desertores que fueron ejecutados en el sur del país, informaron los opositores Comités de Coordinación Local.

Las fuerzas de seguridad abatieron a los desertores en un puesto de control frente a un hospital en la localidad de Jasem, en la provincia meridional de Deraa, donde otras tres personas fallecieron en la zona de Hara, apuntó el grupo opositor en un comunicado.

Además de estos muertos, cuatro personas perdieron la vida en la ciudad de Homs, en el centro de Siria, como consecuencia de los intensos bombardeos registrados en varios barrios como Baba Amr o Inshaat.

Un testigo, que se identificó como Basel Fuad, explicó a Efe que las tropas del régimen empezaron a lanzar proyectiles y morteros de manera indiscriminada contra las viviendas de estas zonas.

Fuad agregó que los habitantes están refugiados y no pueden salir por miedo a los francotiradores.

Los vídeos difundidos por internet muestran las calles de la ciudad totalmente vacías y edificios que son destruidos por el impacto de las bombas.

Desde hace dos semanas, el feudo opositor de Homs está siendo objetivo del Ejército sirio, lo que ha causado cientos de muertos y colocado a la ciudad en una situación de "crisis humanitaria", según los opositores, que alertaron hoy de un aumento significativo de los bombardeos.

Además, otras cinco personas perdieron la vida hoy en el barrio de Mezze (Damasco), tres en la provincia de Dir Zur (este), tres en Alepo (norte), tres en Hama (centro) y tres en las afueras de la capital, añadieron los Comités de Coordinación Local.

Bajo el lema de la "Resistencia popular", los opositores al régimen sirio volvieron a salir este viernes a las calles de distintas ciudades pese a la represión de las fuerzas del orden.

En los barrios de Mezze y Artuz, dentro y fuera de la capital, respectivamente, las fuerzas armadas dispararon e hirieron a decenas de civiles que salían de varias mezquitas para manifestarse después de la oración, al tiempo que se escucharon fuertes explosiones.

En Dir Zur, los miembros de seguridad persiguieron a los manifestantes y arrestaron a varios de ellos, incluidos un imán.

Las protestas también se sucedieron en la ciudad de Alepo y en la de Hama, en el centro del país, donde la policía usó gases lacrimógenos para dispersar a los opositores, según los Comités.

La nueva ola de violencia se produce horas después de que la Asamblea General de la ONU aprobase una resolución en la que condena la violencia que el régimen de Siria ejerce sobre la población civil.

Además, el máximo órgano representativo de la ONU -donde no existe poder de veto y las resoluciones no son vinculantes- exigió al presidente sirio, Bachar al Asad, que cumpla con el plan de transición propuesto por la Liga Árabe para delegar sus poderes, pese a la reiterada oposición de Rusia y China.

Desde que comenzaron las protestas en marzo pasado, más de 5.000 personas han fallecido en Siria, según difundió la ONU en enero pasado, aunque los opositores amplían esa cifra a 7.000 mientras el régimen acusa a supuestos grupos terroristas de estar detrás de la violencia.