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Seis personas, entre ellos el jeque Said Apantsi Atsáyev (Al Chirkavi), destacado científico y líder religioso sufí, murieron hoy en un atentado suicida con bomba en la república rusa de Daguestán, en el Cáucaso Norte. "Según datos preliminares, murieron siete personas en total, entre ellos la terrorista suicida", confirmó a las agencias rusas un portavoz del Ministerio de Interior.

Otra fuente de las fuerzas de seguridad rusas señaló que las víctimas murieron después de "la explosión de un artefacto de fabricación casera sujeto al cuerpo de una terrorista suicida". Said Apantsi Atsáyev nació en 1937 y era considerado como uno de los líderes religiosos más influyentes de Daguestán, donde el clero musulmán tradicional ha sido objetivo de numerosos atentados en los últimos dos años.

El 27 de octubre de 2011 fue asesinado otro destacado líder religioso daguestaní, el jeque Sirazhutdín Israfílov, que tenía a varios miles de seguidores en la república norcaucasiana. Meses antes, en junio de 2011, los radicales mataron a tiros al rector del Instituto de Teología y Relaciones Internacionales de Majachkalá (capital de Daguestán), Maksud Sadíkov, y a su sobrina.

Sadíkov era conocido como enemigo declarado de la corriente radical islamista wahabi. En abril de 2011 fue asesinado el imán de la mezquita de Yásnaya Poliana, Magomed Saipuláyev, que según el Comité Nacional Antiterrorista ruso había sido amenazado por criticar la actividad armada de la guerrilla islamista que actúa en la región.

A finales de 2010, otros dos líderes religiosos cayeron a manos de los terroristas: Basir Salajgueréyev, imán de la mezquita de Jasaviurt, y Anasa Pshijachev, líder de la Dirección espiritual musulmana de Kabardino-Balkaria, otra república del conflictivo distrito administrativo del Cáucaso Norte.

Daguestán, región bañada por el mar Caspio, es escenario frecuente de acciones terroristas y choques armados entre las fuerzas de seguridad y la guerrilla islamista.

Esa república es junto a Ingushetia la más inestable de la región, ya que Chechenia ha recuperado la tranquilidad gracias al rígido régimen policial instaurado por su presidente, Ramzán Kadírov. Al menos 30.000 soldados del Ministerio del Interior ruso fueron trasladados en marzo desde Chechenia a Daguestán debido a la escalada de la violencia terrorista.

Las autoridades federales han lanzado en los últimos dos años ambiciosos programas de inversiones para reducir la pobreza y el desempleo, que supera el 50 % de la población activa en muchas zonas del Cáucaso, motivo por el que muchos jóvenes se echan al monte y se unen a la guerrilla islamista.