15 Muertos y 200 heridos en las protestas por la ley antiblasfemia en Bangladesh
Quince personas han muerto y 200 han resultado heridas durante dos días de protestas en Bangladesh, donde los integristas quieren una aplicación más estricta del islam, con una ley antiblasfemia y la segregación del hombre y la mujer.
Las manifestaciones, secundadas por decenas de miles de personas, comenzaron el domingo en Dacca y esta jornada se extendieron a la ciudad vecina de Narayanganj, en la que han perdido la vida esta jornada al menos ocho personas, según el portal virtual bangladeshí Bdnews24.
El domingo se habían producido ya enfrentamientos violentos entre manifestantes islamistas y las fuerzas del orden en el barrio capitalino de Motijhil, que llevaron a las autoridades a expulsar de madrugada de esa zona a los activistas.
A mediodía de este lunes, no obstante, la situación era "casi normal", dijo el inspector general de la Policía de Bangladesh, Hasan Mahmod Jandker, a los medios del país asiático.
TOQUE DE QUEDA
Entre los fallecidos hasta ahora figuran tres miembros de las fuerzas del orden, según los medios bangladeshíes, que agregaron que las autoridades impusieron el toque de queda hasta la medianoche de hoy.
Las protestas están lideradas por Hefazat-e-Islam (HI), una organización religiosa de profesores y estudiantes de madrasas, que reclaman una aplicación más estricta del islam.
El líder de HI, Allama Shah Ahmad Shafi, fue detenido hoy por la Policía, que le ofreció dos opciones: permanecer detenido o abandonar la capital, según el diario The Daily Star, que no da detalles sobre la respuesta del religioso.
Las manifestaciones islamistas aislaron durante horas la capital de Bangladesh del resto del país y convirtieron las calles de Dacca en un campo de batalla con el saqueo y destrucción de tiendas y cientos de coches ardiendo.
La Policía y el Ejército recurrieron a material antidisturbios para hacer frente a la manifestación islamista.
Hefazat-e-Islam había publicado un manifiesto islamista en Dacca el pasado 6 de abril en el que pedía la creación de una ley antiblasfemia y otorgó de plazo al Gobierno hasta ayer 5 de mayo para decretarlo.
El Gobierno de la primera ministra, Sheij Hasina, de la Liga Awami, no dio su brazo a torcer y por eso los islamistas tomaron ayer la capital.
LAS RECLAMACIONES DE LOS ISLAMISTAS
Los islamistas reclaman la ley antiblasfemia para acallar a los que ellos llaman "blogueros ateos", que en la red han pedido durante los últimos meses la pena de muerte para los islamistas condenados por crímenes de lesa humanidad en la guerra civil que desencadenó la independencia de Bangladesh de Pakistán en 1971.
Ahí es donde nace el actual conflicto entre los integristas islámicos y el Gobierno de un país donde el 90 % de la población es musulmana, con una tradicional moderación y tolerancia religiosa.
Hasina, hija de uno de los padres de la patria, se propuso al inicio de su legislatura (2009) llevar a juicio a los supuestos responsables que perpetraron crímenes contra la humanidad en el conflicto de independencia.
En aquel conflicto murieron según algunas estimaciones unos tres millones de personas y cientos de miles de mujeres fueron violadas.
De esta manera se creó en 2010 un tribunal de crímenes de guerra, donde en la práctica la mayor parte de los imputados -y todos los tres condenados hasta la fecha- han sido cabecillas de Jamaat-e-Islami (JI), el principal partido religioso del país.
Desde entonces, se han repetido las protestas islamistas en Bangladesh y al menos 120 personas han muerto en ellas.
Pero al mismo tiempo miles de personas tomaron de forma pacífica la zona de Shahbag, en el centro de Dacca, durante semanas para pedir una pena más severa contra uno de los condenados.
Los blogueros jugaron un papel importante en este movimiento y cuatro de ellos fueron detenidos por "herir los sentimientos religiosos" por pedir la prohibición de Jamaat-e-Islami, lo que puede acarrear 10 años de cárcel.
El Gobierno, de hecho, aprobó una ley en febrero que permite a la Fiscalía recurrir sentencias y que da luz verde a perseguir judicialmente a formaciones políticas, lo que se valoró como una medida contra JI y desencadenó nuevas protestas islamistas.
La líder de la oposición Jaleda Zía, al frente del Partido Nacionalista de Bangladesh y aliada histórica de los islamistas, ha exigido la creación de un Gobierno interino y el adelanto de las elecciones previstas para finales de este año o comienzos de 2014.
Precisamente, la tensión suele intensificarse cuando se aproximan comicios en este superpoblado país, con 150 millones de habitantes, con pobres indicadores de desarrollo y graves problemas medioambientales, y muy fragmentado políticamente.
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