El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, se reunirá mañana con los jefes del Ejército en lo que supondrá la segunda jornada de negociaciones directas entre el jefe del Estado y los militares que lo mantienen retenido desde el martes, informó hoy la televisión pública ZBC.
Este medio citó como fuente al sacerdote Fidelis Mukonori, amigo personal de Mugabe, que preside la mesa de negociación que arrancó el jueves y en la que los militares pretenden conseguir que el veterano presidente, de 93 años, dimita voluntariamente para evitar una intervención internacional contra un golpe de Estado.
Aparte de Mukonori, actuarán como mediadores el director en funciones de los servicios de inteligencia, Aaron Nhepera -el anterior fue detenido y, aunque fue liberado posteriormente, ya no ejerce sus funciones-, y el secretario permanente del Ministerio de Información, Medios y Servicios de Comunicación, George Charamba.
Pese a que los militares aseguraron que hubo progresos con Mugabe tras la primera ronda de negociación, los medios indican que el mandatario se niega a dejar el poder, en el que se mantiene desde 1980.
Incluso aunque las Fuerzas Armadas no consigan la renuncia del presidente, mañana podría ser su último día en el cargo, ya que el Comité Central de su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), se reunirá para decidir si lo destituye, después de que las secciones provinciales le retirasen su apoyo.
El alzamiento militar comenzó el martes, días después de que Mugabe destituyese al vicepresidente Emmerson Mnangagwa en lo que se interpretó como una maniobra de la primera dama, Grace Mugabe, para deshacerse de su principal rival en la carrera por convertirse en la sucesora de su marido en el poder.
Los expertos apuntan a Mnangagwa, veterano de guerra con fuertes vínculos con el Ejército, como líder del Gobierno transitorio de concentración que se formaría para reconducir el país, afectado desde 2008 por una nefasta crisis económica, una vez Mugabe haya salido del poder.