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Nancy Lanza fue el pasado viernes la primera víctima de su hijo Adam quien, empuñando una de las armas que ella coleccionaba, le disparó cuatro tiros en la cabeza mientras dormía.

Tras ella, Adam mataría a veinte niños de corta edad y a otros seis adultos en una de las masacres más sangrientas de Estados Unidos, antes de quitarse él mismo la vida.

Desde que se conocieron los hechos, la personalidad de Nancy está siendo escrutada por los investigadores y los medios de comunicación para tratar de entender lo ocurrido.

Aunque en un primer momento los medios apuntaron que era maestra de la escuela elemental Sandy Hook, donde su hijo entró por la fuerza tras dejar el cadáver de la madre en el hogar que compartían, lo cierto es que Nancy se dedicaba a las finanzas.

Nancy Jean Champion -ése era su nombre de soltera-, tenía 52 años, y era conocida como "Beanie" cuando estudiaba en un instituto de Kingston, en Nuevo Hampshire.

Se casó allí mismo con Peter Lanza en 1981 y un tiempo después se trasladaron a Newtown, pero en 2009 la pareja se divorció.

Por aquel entonces, el hijo mayor de la pareja, Ryan Lanza, se graduó de la universidad y se trasladó a trabajar a Nueva York, dejando a Adam, de 20 años, viviendo solo con su madre.

Ella dejó su trabajo para atender a su hijo, que según las amistades era inteligente pero muy introvertido, y vivían de la generosa pensión que les pasaba su exmarido, contable de General Electrics.

Dan Holmes, amigo de Nancy desde hace años, conoció a la madre de Adam en un bar de esta pequeña localidad de Connecticut y trabajó en varias ocasiones para ella arreglando su jardín.

Mucho se ha hablado durante estos días de la personalidad de Nancy y en particular de su colección de pistolas y rifles, de la que hablaba a veces en el bar donde se solía reunir con sus amistades, "My pizza place", según explicó Holmes a Efe.

"Una vez me enseñó uno de sus rifles en la puerta de su casa", explica Holmes, quien asegura que ella charlaba a veces sobre cómo le gustaba el tiro, "como a mucha gente", pero era una mujer "responsable", por lo que lamenta que "la prensa la esté pintando de una manera diferente".

Según han relatado varios allegados de Nancy, ella solía llevar a sus hijos a campos de tiro para que practicaran con las armas.

El arma utilizada por el autor de la masacre, un rifle semiautomático Bushmaster 223, así como otras dos pistolas semiautomáticas, una Glock y una Sig Sauer que llevaba consigo en ese momento, estaban registradas a nombre de su madre.

De pelo rubio ceniza y piel blanca, Nancy se dedicaba también a la jardinería a ratos y había experimentado un creciente entusiasmo por el tiro al blanco.

Russell Hanoman, otro de sus amigos, explicó recientemente en una entrevista en el canal NBC que Nancy "era una madre devota, en especial respecto a su hijo Adam" y que las armas eran simplemente un hobby para ella.

Según Hanoman, el interés de su madre en enseñarle tiro era una cuestión de responsabilidad.

"Las armas requieren una gran cantidad de respeto, y realmente trató de inculcar a través de ellas esa responsabilidad dentro de Adam. Le encantaba cuidar de él", agregó su amigo.