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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó hoy su temor de que la situación en Egipto propicie el acceso de los islamistas al poder, inquietud que dijo compartir con dirigentes con los que ha hablado en los últimos días.

"El caos puede propiciar que los islamistas lleguen al poder", aseguró el jefe del Ejecutivo israelí en una rueda de prensa junto a la canciller alemana, Angela Merkel, de visita oficial en Israel.

Agregó que ese no es sólo su temor, sino el de "todos los líderes mundiales con los que he hablado y ninguno desea que ese sea el resultado".

El primer ministro no dudó en señalar al "islamismo radical" como la mayor amenaza que acecha a Israel ante los acontecimientos que se vienen desarrollando desde hace una semana en Egipto.

Las revueltas populares en el país vecino, primera nación árabe en firmar un acuerdo de paz con Israel, pretenden derrocar al régimen de Hosni Mubarak, que ha mantenido durante años contra las cuerdas a los islamistas opositores Hermanos Musulmanes.

El jefe del Gobierno israelí consideró que el "verdadero temor" es que el islamismo radical se aproveche de la democracia para llegar al poder y puso como ejemplo a Irán de lo que podría suceder en Egipto.

Si eso ocurre, opinó Netanyahu, "no habrá democracia, ni se respetarán los derechos humanos".

Por otra parte, el primer ministro declinó referirse a informaciones divulgadas por medios locales que apuntan a que Israel ha autorizado hoy a Egipto el despliegue de tropas en la Península del Sinaí por primera vez en tres décadas, lo que se considera una violación del acuerdo de paz de 1979 entre las dos naciones.

Precisó que ninguno de los dos países está interesado en regresar al pasado y que la política de Israel es preservar la paz con su vecino árabe en todo lo posible.

"En las últimas décadas Egipto ha respetado el acuerdo de paz y no lo ha violado y no lo ha hecho en los últimos días", sentenció.

Por su parte y ante las críticas a las potencias occidentales como EEUU o Alemania que han mantenido estrechos lazos con regímenes totalitarios árabes, la canciller alemana afirmó: "No hemos abandonado a Egipto".

Dijo que en conversación telefónica instó a Mubarak a desarrollar las reformas que el dirigente egipcio prometió a su pueblo al comenzar las protestas la semana pasada.

Merkel insistió en que las implementadas hasta la fecha no son suficientes, que deberían ser más profundas y manifestó su esperanza en que la revuelta popular cairota concluya de forma pacífica.

También se refirió al conflicto de Oriente Medio y mencionó que "los próximos meses serán muy importantes para el proceso de paz entre Israel y los palestinos", negociación que, dijo, debe reanudarse lo antes posible.

El primer ministro israelí abogó igualmente por el regreso a la negociación directa con los palestinos.

"Abu Mazen (presidente palestino, Mahmud Abás) está a diez minutos de aquí, en Ramala. Yo puedo ir allí o él puede venir aquí (por Jerusalén). No hay otro camino que intentar hacer la paz", destacó Netanyahu.

El proceso de paz entre israelíes y palestinos se encuentra paralizado desde el pasado mes de septiembre, principalmente por la negativa israelí a frenar la construcción en los asentamientos judíos en el territorio ocupado palestino.

Acompañada por diez ministros de su gabinete, Merkel visita Israel en el marco de los encuentros bianuales que celebran los gobiernos israelí y alemán.