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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió a Estados Unidos con vehemencia de las consecuencias que, a su juicio, puede tener "un muy mal acuerdo" con Irán sobre su programa nuclear e insistió en que Teherán siempre será "un enemigo" para ambos países.

Durante un polémico e histórico discurso ante el Congreso de Estados Unidos, Netanyahu alertó a los legisladores de que el pueblo judío sufre "otro intento de destrucción" por parte del Gobierno iraní, mientras las potencias del G5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido más Alemania) se sientan con él para negociar un acuerdo.

"En ausencia de un cambio dramático, sabemos con certeza que cualquier acuerdo con Irán incluirá dos importantes concesiones", advirtió el primer ministro.

Explicó que la primera de ellas provocará que el país islámico obtenga una "vasta infraestructura nuclear" al concederle el tiempo suficiente para acumular el uranio o el plutonio necesarios para desarrollar una bomba. "Según el acuerdo, -mencionó en segundo lugar Netanyahu- no sería demolida ni una sola instalación nuclear.

Miles de centrifugadoras utilizadas para enriquecer uranio permanecerían funcionando. Miles más se desconectarán temporalmente, pero no serán destruidas".

"Este acuerdo no acabará con las armas. Acabará con el control de las armas", aseveró el primer ministro, que puso el acento sobre una de las disposiciones tratadas en las conversaciones del acuerdo sobre el levantamiento de restricciones a Irán en un década si cumple los requisitos. Asimismo, el jefe del Ejecutivo israelí se refirió a la nueva amenaza del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Oriente Medio.

"El régimen de Irán es tan radical como siempre. (...). La batalla entre Irán y el Estado Islámico no debe convertir a Irán en un amigo de Estados Unidos", reiteró Netanyahu, sobre el riesgo que supone el grupo yihadista, también enfrentado con el Gobierno iraní.

"En lo que respecta al EI, el enemigo de tu enemigo es tu enemigo", afirmó el líder israelí, que insistió en que "acabar con el EI y dejar que Irán consiga armas nucleares sería ganar una batalla, pero perder la guerra".

AMABLES PALABRAS, DE INICIO

Netanyahu comenzó su intervención con amables palabras para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un intento de limar asperezas después de que no se notificara a la Casa Blanca su visita a Washington, como indica el protocolo, y atendiera solo a la invitación unilateral del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.

"Apreciamos todo lo que ha hecho el presidente Obama por Israel, mucho de lo cual es ampliamente conocido. (...). Pero algunas cosas que ha hecho por Israel nunca se sabrán por tratarse de asuntos delicados", explicó el primer ministro. "La notable alianza entre Israel y Estados Unidos -prosiguió- siempre ha estado por encima de la política. Y deber permanecer siempre por encima de la política".

Tras el acto, Obama, quien no escuchó la intervención y rechazó reunirse con "Bibi" -como se conoce popularmente al líder israelí- dada la proximidad de las elecciones generales en Israel, consideró que Netanyahu no ofreció "alternativas viables" a los diálogos con Irán. "

No hubo nada nuevo", comentó Obama, al anotar, en sintonía con el primer ministro, que "nadie puede poner en duda" que el régimen iraní "ha amenazado repetidamente a Israel".

Pero, según el líder estadounidense, Netanyahu no planteó nuevas ideas sobre el "asunto central", que es cómo evitar que Irán obtenga un arma nuclear. Esta ha sido la tercera intervención del primer ministro israelí ante la sesión plenaria del Congreso estadounidense, convirtiéndose así en el mandatario que más veces lo ha hecho, junto al británico Winston Churchill.

El discurso se produjo cuando faltan dos semanas para los comicios en los que Netanyahu aspira a la reelección (17 de marzo), y el mismo día en el que se reanudaron los contactos entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su par iraní, Mohamad Javad Zarif, en la localidad suiza de Montreux.

Ambas países han señalado que esperan llegar a un acuerdo político preliminar, que bosqueje los elementos centrales de un acuerdo a fines de este mes, que a su vez allane el camino para lograr un trato final en junio con el resto del G5+1.