El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, aseguró que su país se encuentra en estado de guerra tras las acciones violentas protagonizadas por bandas del crimen organizado que le llevaron a declarar el conflicto armado interno, y anticipó que no piensa negociar ni ceder ante estos grupos, a los que su Gobierno ha calificado como "terroristas".
"Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos terroristas", señaló Noboa en su primera intervención pública desde el estallido de esta crisis de inseguridad, iniciada con la fuga de la cárcel de Adolfo Macías 'Fito', líder de la banda criminal Los Choneros, cuando iba a ser trasladado y aislado en una cárcel de máxima seguridad.
En una entrevista a Radio Canela, Noboa afirmó que las acciones violentas de los últimos días son la respuesta de los grupos criminales ante las acciones que está tomando su administración para detener la escalada de inseguridad que ha hecho que Ecuador se sitúe como uno de los países más violentos del mundo.
Ecuatorianos en España apoyan al Gobierno y piden acabar con "la lacra del narcotráfico"
La comunidad ecuatoriana en España sigue con preocupación los episodios violentos que llevaron ayer al presidente, Daniel Noboa, a declarar la existencia de un "conflicto armado interno" y ordenar acciones militares, una decisión que esperan que sirva para acabar con "la lacra del narcotráfico".
La diáspora ecuatoriana en España, una de las comunidades latinoamericanas más numerosas en el país, sigue con "mucho temor y frustración" esta escalada de la violencia, según contó a Efe el hostelero Miguel Ángel Méndez, quien aseguró que él y sus compatriotas sienten una "pena bárbara" porque, a su juicio, el país "ha tocado fondo" en la lucha contra el narcotráfico.
"El país en la última década se ha venido abajo, nunca habíamos llegado a estos extremos, el narcotráfico está en las altas esferas y tiene mucho control y poder", analizó este ecuatoriano residente en España desde hace 25 años y miembro de la Asociación de Empresarios, Cocineros, Hosteleros Ecuatorianos en España.
Este hostelero no se atreve a predecir las consecuencias de la salida del ejército a las calles ecuatorianas, pero apoya la decisión de Noboa, a quien pide recabar el apoyo de todos los partidos políticos e instituciones nacionales para "reventar la lacra" del narcotráfico.
"No quisiera estar en los pantalones del presidente, creo que sacar al ejército es un acierto, pero hay que ver qué pasa, porque detener a estos bandidos jóvenes no es el problema, la cuestión es lograr desarticular las estructuras y las cúpulas" de los grupos delictivos, consideró.
En esa misma línea se expresó el presidente de la asociación de ecuatorianos en España Romiñahui, Vladimir Paspuel, quien mostró el “total apoyo al gobierno ecuatoriano para que haga frente a esta ola de violencia” y pidió “unidad a las fuerzas de seguridad” y que “cumplan en detener y poner a la orden de la justicia a los narcotraficantes”.
En declaraciones a Efe, Paspuel, que representa a una de las asociaciones más activas entre la comunidad ecuatoriana en España, reclamó también “que el gobierno limpie de las instituciones a las personas corruptas o que se han dejado corromper por el narcotráfico”: “pedimos que los jueces y la fiscalía no se deje corromper”.
Y a los partidos políticos ecuatorianos les demandó que “limpien de sus filas a gente corrupta y muestren unidad con el gobierno en esta lucha”, ya que, en su opinión, los carteles de la drogas han entrado “en todos los sectores” del país.
El ecuatoriano también pidió a la Unión Europea y a Estados Unidos que apoyen a su país, ya que el problema de la droga es mundial y “la droga que pasa por Ecuador está haciendo daño a los jóvenes de todo el mundo”.
“Ecuador ha llegado al límite (…); o vence al narcotráfico o ellos crean una inseguridad permanente”, concluyó Paspuel, quien reconoció que desde la organización que él preside vivieron la última noche “en vilo” por el país y por sus familias que están en Ecuador.
Fin a una "plaga"
Asimismo, Roberto Suárez, presidente de la Asociación de Inmigrantes Ecuatorianos de la ciudad de Málaga (sur de España), dijo a Efe no estar ni “a favor” ni “en contra” de la decisión de Noboa de movilizar al Ejército, aunque subrayó que el Estado tiene que “poner fin” a una “plaga” que se está cobrando “la vida de muchos inocentes”.
“El Estado no puede ceder. Los pandilleros no conocen otro camino que la muerte, no podemos dejar que nos gobiernen, que nos conviertan en sus muñecos”, manifestó.