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La sombra de una nueva amenaza terrorista ha obligado a Nueva York a blindarse con extremas medidas de seguridad para conmemorar este domingo el simbólico décimo aniversario del 11-S, al que acudirán el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y George W. Bush, el entonces mandatario.

La importancia que tiene este año el aniversario no se debe solamente a que se cumple una década desde aquellos atroces atentados que mataron a cerca de 3.000 personas, sino también porque será la primera conmemoración tras la muerte de Osama Bin Laden a manos de comandos estadounidenses en mayo pasado, en Pakistán.

La Policía de Nueva York ya había extremado las precauciones para prevenir un intento de venganza por la muerte del jefe terrorista, pero al informar las autoridades de que la ciudad se encuentra bajo una amenaza "creíble y específica", aunque no "corroborada", de un atentado de Al Qaeda, hubo que incrementar aún más las medidas de seguridad en la Gran Manzana.

"Ésta ha sido una información muy específica de un número muy específico de personas que han venido a perpetrar un ataque. Es la información más específica que he visto. Pero, dicho eso, no quiere decir que sea verdad", dijo hoy a la cadena de televisión local NY1 Peter King, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de EEUU.

Así, desde hoy sábado la Policía mantiene cerradas algunas de las calles adyacentes al World Trade Center, entre ellas West Street, Barclay y Murray, mientras que desde las 9:00 GMT del domingo esos cierres se ampliarán hasta otra decena de avenidas colindantes con la "zona cero".

Mientras dure la ceremonia, que como cada año comenzará con un minuto de silencio a las 12:46 GMT, hora en la que se estrelló el primer avión contra las Torres Gemelas, las estaciones de metro cercanas a la zona, como Cortland Street y World Trade Center permanecerán cerradas.

Las reforzadas medidas de seguridad puestas en marcha para el probablemente más simbólico de los aniversarios de aquellos atentados también han llevado a la exhaustiva revisión de vehículos, principalmente furgonetas y camiones, ya que se teme que la amenaza provenga de un coche-bomba como el que se interceptó en la céntrica plaza de Times Square en mayo de 2010.

Los atascos ya se empezaron a dejar notar el viernes y continuaban hoy, la víspera del aniversario, en puentes como el de George Washington Bridge, que conecta Nueva York con el estado de Nueva Jersey, y el Verrazano Bridge, que une la isla de Staten Island con el barrio de Brooklyn, debido a las exhaustivas inspecciones de vehículos por parte de la Policía.

Las autoridades neoyorquinas también han reforzado las revisiones en el metro, la mayor red de transporte público del país, donde perros rastreadores y policías revisaban equipajes y paquetes sospechosos, principalmente en las estaciones más transitadas como Grand Central o Penn Station, mientras que se pedía a todos los pasajeros que se mantengan alerta: "Si ves algo, di algo".

Con esas extremas medidas de seguridad, que incluyen la retirada de todos los cubo de basura alrededor del World Trade Center, Nueva York se ha convertido este sábado en una especie de fortaleza para tratar de evitar que mañana nada perturbe el homenaje a las víctimas.

Por primera vez en estos diez años que han pasado desde aquél fatídico 11 de septiembre de 2001, la ceremonia se celebrará desde la propia zona cero, donde figuras políticas de entonces y ahora se unirán a los familiares de las víctimas en el Memorial del 11-S, que se inaugura en este décimo aniversario.

No solamente estarán presentes Bush y Obama, sino también los entonces alcalde y gobernador de Nueva York, Rudy Giuliani y George Pataki, así como los actuales responsables de la ciudad y el estado, Michael Bloomberg y Andrew Cuomo.

Los nombres de quienes perdieron la vida en los atentados en las Torres Gemelas, tanto en 1993 como en 2001, así como los de los muertos en el ataque al Pentágono y en el avión que se estrelló en Pensilvania, están inscritos en los paneles de bronce que rodean las dos fuentes que se sitúan exactamente donde se levantaban las Torres Gemelas.

Y hoy ya se rendía homenaje a los 40 "héroes" del vuelo 93 que se estrelló en un remoto prado de Pensilvania, los pasajeros que se pusieron de acuerdo para enfrentar a los terroristas y evitar así que el avión se estrellara contra la Casa Blanca o el Capitolio, como los asesinos habían planeado.

Obama pide una vigilancia incrementada ante el aniversario del 11-S

El presidente de EEUU, Barack Obama, pidió hoy a su equipo de seguridad nacional un incremento de la vigilancia en la conmemoración del décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre.

El presidente se reunió hoy con su equipo, con el que repasó los esfuerzos para afrontar posibles amenazas y los pasos dados para mejorar la situación de seguridad, informó la Casa Blanca