Millones de personas en Sudán del Sur, Somalia, Yemen y el nordeste de Nigeria serán víctimas de hambruna si la comunidad internacional no responde inmediatamente, alertó esta semana la ONU, que busca miles de millones de dólares de forma urgente para responder a estas crisis.
"Necesitamos al menos 4.400 millones de dólares antes del fin de marzo para evitar una catástrofe", advirtió el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en una conferencia de presa junto a otros altos responsables de la organización.
En total, para todo el año, la ONU calcula que hacen falta unos 5.600 millones de dólares para financiar las operaciones humanitarias en estos cuatro países.
De esa cantidad, por ahora ha reunido únicamente unos 90 millones de dólares o "dos centavos por cada dólar que se necesita", según Guterres.
"Estamos a principios de año, pero estas cifras son muy preocupantes", avisó el diplomático portugués, que defendió que "en nuestro mundo de abundancia, no hay excusa para la inacción o la indiferencia".
Esta semana dos regiones de Sudán del Sur declararon la hambruna y, según Naciones Unidas, más de 20 millones de personas en los cuatro países en cuestión se enfrentan ya a esa situación o están en riesgo creíble de caer en ella en los próximos seis meses.
De ellos, casi 1,4 millones son niños, según Unicef, que recuerda que incluso si sobreviven, muchos de esos menores tendrán secuelas por la malnutrición.
La ONU sólo utiliza el término hambruna cuando se reúnen en una zona ciertos niveles de mortalidad, malnutrición y hambre, situaciones extremas y muy poco habituales, con apenas una decena de casos en las últimas tres décadas.
"Nos enfrentamos a una tragedia, debemos evitar que se convierta en una catástrofe", insistió hoy Guterres.
En estos cuatro países, las crisis son resultado de conflictos armados combinados con sequías y otros fenómenos meteorológicos agravados por el cambio climático, según la ONU.
En Sudán del Sur, después de tres años de conflicto interno, unas 100.000 personas sufren ya hambruna y cerca de un millón están al borde de ella, mientras que otros cinco millones necesitan ayuda alimentaria urgente.
En Somalia, que vivió una grave hambruna en 2011 y donde las condiciones de vida de la población están entre las más frágiles del mundo, la falta de lluvias ha dejado a 2,9 millones de personas necesitadas de asistencia y la ONU calcula que un millón de niños menores de 5 años sufrirán desnutrición grave este año.
Mientras, en el nordeste de Nigeria, golpeado por la violencia yihadista de Boko Haram, 5,1 millones de personas sufren carencias serias de comida.
En Yemen, donde continúa la guerra entre los rebeldes hutíes y la coalición árabe encabezada por Arabia Saudí, se vive la mayor emergencia alimentaria del mundo, con unos 7,3 millones de personas que necesitan ayuda ahora mismo, según Naciones Unidas.
La organización insistió hoy en que el mundo está aún a tiempo de evitar lo peor en todos estos países si actúa urgentemente, y dijo que ha preparado un refuerzo de sus operaciones en todas esas zonas.
Para que tenga éxito, sin embargo, necesita que las partes en conflicto permitan el acceso a toda la población de los cooperantes y disponer de fondos para financiar todo ese esfuerzo.
Guterres se mostró hoy convencido de que los donantes van a dar un paso al frente, pero dejó claro que "no hay tiempo que perder".
"O actuamos ahora o tendremos una devastadora situación de hambruna generalizada en varias zonas de África y Yemen", insistió.