La OTAN ha confirmado en Lisboa su deseo de concluir el proceso de traspaso de la autoridad sobre Afganistán al Gobierno local en 2014, fecha en la que espera también acabar con las operaciones de combate. No obstante, el secretario general de la Alianza, Anders Forgh Rasmussen, ha lanzado un mensaje a los talibán: "Si pretenden esperar a que nos vayamos, pueden olvidarlo. Permaneceremos hasta que sea necesario para acabar nuestro trabajo".
Así lo ha advertido Rasmussen en una rueda de prensa junto al presidente afgano, Hamid Karzai, y el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, después de que los tres mandatarios firmaran un una declaración de asociación con el que se comprometen a seguir trabajando juntos por el futuro de Afganistán. El secretario general ha anunciado el acuerdo de la OTAN, tras una reunión en la que además de los 28 han participado todos los países que tienen tropas en el país asiático y Japón, que contribuye financieramente.
El secretario general se ha mostrado convencido de que los aliados podrán cumplir su objetivo, aunque ha asegurado que "no habrá transición hasta que las fuerzas afganas no estén preparadas" para asumir la seguridad de su territorio. La confianza en poder alcanzar esta meta, ha explicado, procede de la "calidad y capacitación" que han alcanzado las fuerzas de seguridad afganas en el último año y de los "progresos" que se están logrando en las zonas más conflictivas, en el sur y el este del país.
Por su parte, Karzai ha agradecido el trabajo de los aliados en su país, por el que se ha dicho "satisfecho", y la "nueva agenda" aprobada en Lisboa. Según ha explicado, la situación en Afganistán continúa siendo "difícil", pero ha insistido en la "sed de paz" de los afganos y ha defendido también la conveniencia de que el proceso de reconciliación nacional iniciado llegue a buen término.
El secretario general de Naciones Unidas ha coincidido con Karzai en la importancia de este "diálogo rentable" entre todos los afganos y ha insistido en la necesidad de que se busque una "solución política" a Afganistán, porque "no puede haber únicamente" una solución militar. Además, ha defendido que la transición no es una cuestión de plazos y ha hecho hincapié en que será un proceso progresivo que requerirá "paciencia y apoyo" de toda la comunidad internacional.