La OTAN mata a 52 civiles en Afganistán
La OTAN ha abierto una investigación para esclarecer la muerte de 52 civiles en un ataque con cohetes ocurrido el pasado día 23 en la provincia meridional afgana de Helmand.
La alianza ni confirma ni desmiente por el momento las palabras del presidente afgano, Hamid Karzai, que ha acusado del ataque a la fuerza ISAF de la OTAN.
"Hay una investigación en curso sobre los hechos y de momento no hay evidencias que confirmen las acusaciones", han señalado las mismas fuentes.
Entre 40 y 50 civiles murieron el pasado día 23 en un ataque con cohetes contra una vivienda en la provincia sureña afgana de Helmand, confirmó hoy a Efe una fuente del Palacio Presidencial de Kabul.
El presidente afgano, Hamid Karzai, ha ordenado que se abra una investigación sobre el ataque para determinar su autoría, según la fuente.
El portavoz adjunto del Gobierno de Helmand, Abdul Rahim, relató a Efe que dos cohetes cayeron sobre una gran vivienda donde se encontraban varias decenas de civiles que habían huido de los combates en la zona.
Rahim reiteró que se ha abierto una investigación y dijo desconocer quién lanzó los cohetes.
El suceso tuvo lugar hace tres días en el distrito de Sangin, situado en Helmand, provincia en la que las tropas internacionales lanzaron una gran ofensiva con miles de efectivos el pasado mes de febrero.
Lugareños citados por la agencia de noticias afgana AIP denunciaron hace dos días que varios civiles perdieron la vida o resultaron heridos en un ataque de helicópteros de la OTAN la noche anterior.
El mismo día, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), dijo estar al tanto de estas "acusaciones" pero aseguró no tener "información operativa relacionada con este supuesto suceso".
La muerte de civiles es una de las mayores preocupaciones para el Gobierno afgano, según insistió hoy en rueda de prensa el principal portavoz presidencial, Wahid Omar, quien no se refirió al suceso de Helmand.
El portavoz se hizo eco de la filtración de unos 90.000 documentos militares estadounidenses a la organización "Wikileaks", que entre otra información incluye casos de civiles muertos que no se habían hecho públicos.
Un total de 1.074 civiles murieron en el primer semestre del año víctimas de la guerra afgana, un aumento del 1,3 por ciento respecto al mismo período del año anterior, según datos de la organización independiente Afghanistan Rights Monitor (ARM).
La ARM achaca a los insurgentes talibanes 661 de las muertes civiles del semestre y atribuye a la ISAF 210, una "reducción considerable" gracias a las "restricciones impuestas en el uso de bombardeos aéreos".
Fue el recientemente destituido general Stanley McChrystal, jefe de las tropas internacionales entre el verano de 2009 y de 2010, quien impuso estas normas para disminuir las víctimas civiles, algo que despertó recelos entre una parte del contingente militar.
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