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El presidente de EEUU, Barack Obama, dejó claro este jueves que no está para bromas durante una entrevista con el humorista Jon Stewart en la que defendió los logros de su mandato y dijo precisar más tiempo para hacer realidad el cambio que prometió. "Evitamos una segunda Gran Depresión, estabilizamos la economía, aprobamos la reforma de salud", dijo el presidente, que se mantuvo serio durante gran parte de la entrevista.

Reconoció, por lo demás, que quedan cosas por hacer pero insistió también en que ha sacado adelante mucho de lo prometido en menos de dos años de Gobierno. Stewart le recordó que la idea central de su campaña fue la de que el sistema necesitaba una reforma de fondo y que la impresión ahora es que se han hecho cambios sobre un sistema corrupto sin transformarlo de verdad.

FRUSTRACIONES

Obama dio parte de razón al humorista al señalar que los cambios funcionaron dentro del actual sistema en lugar de transformar el proceso en vigor. "Frustra a la gente. Me frustra a mí", explicó el presidente, quien añadió que de todos modos algunas cosas han cambiado como las reglas que se aplican a los grupos de presión y la mayor transparencia en el funcionamiento de la Casa Blanca. Aseguró que gran parte de la culpa de que las cosas no avancen más rápido la tienen los republicanos que se han dedicado, dijo, a bloquear la mayoría de las propuestas demócratas.

Obama y sus correligionarios están en plena campaña para movilizar, entre otros, a los 15 millones de electores que votaron por primera vez en el 2008 y que esperan vuelvan a hacerlo en los comicios legislativos del próximo 2 de noviembre.

Entre ellos había muchos jóvenes, a los que Obama quiso llegar hoy con su paso por el "Daily Show" de Stewart, que tiene una audiencia promedio de 1,1 millones de telespectadores de entre 18 y 49 años, según la compañía Nielsen.

Obama, que debutó en el "Daily Show" de Stewart durante la campaña del 2008, es el primer presidente que participa en el programa, y lo hizo, además, tan solo unos días antes de unas elecciones que podrían alterar el rumbo de su presidencia.

LAS ENCUESTAS EN CONTRA

Las encuestas pronostican que el próximo martes 2 de noviembre será un día más feliz para los republicanos que para los demócratas que perderán, según los sondeos, el control de la Cámara de Representantes y varios escaños en el Senado.

Su comparecencia se produjo también en vísperas de la marcha satírica que encabezará el sábado Stewart en Washington para restaurar "la cordura" en el país. Stewart ha reconocido abiertamente ser una persona de izquierdas aunque en su programa reparte palos tanto a progresistas como a conservadores.

El comediante encabeza la lista de los 49 hombres más influyentes de EEUU, según la encuesta anual realizada entre unos 500.000 lectores de la revista AskMen que se publicó el martes y que coloca a Obama en el puesto 21. Pese a sus innumerables enemigos, la mordaz interpretación de Stewart de la locura que lo rodea continúa atrayendo a audiencias que encuentran en el cómico una voz razonable", asegura la revista en su página web.

El humorista anunció en su programa que la concentración del sábado es un llamamiento contra el extremismo que domina el debate y la cobertura política en EEUU. El humorista afirmó que pese a que con frecuencia se habla de gente que cree que Obama es musulmán y de gente que lo compara con Hitler, la mayoría de estadounidenses no realizan comentarios de ese tipo y no se oye hablar de ellos.

Para calmar los ánimos, Stewart ha pedido a las decenas de miles de personas que se esperan acudan a la concentración que porten pancartas para contrarrestar la retórica incendiaria de otras manifestaciones. Entre sus sugerencias está la de: "Puedo discrepar contigo pero estoy bastante seguro de que no eres Hitler".

Está previsto que el humorista Stephen Colbert también participe en la convocatoria, considerada una respuesta a la marcha organizada en agosto por la estrella mediática del canal de televisión Fox News, Glenn Beck, que atrajo a la derecha más radical de EEUU, agrupado en torno al movimiento popular "Tea Party".