El presidente estadounidense, Barack Obama, ha asegurado este sábado que hará todo lo que esté en su mano para resolver el problema del límite de deuda del país, "aunque no sea políticamente popular", y ha insistido una vez más en que esto pasa por reducir el gasto pero también por aumentar los impuestos a los más ricos.
En su tradicional mensaje semanal a la nación, Obama ha subrayado que él y los líderes del Congreso están ante la "responsabilidad --y la oportunidad-- de reducir nuestro déficit lo máximo posible y resolver este problema de una forma realista". Para ello, es necesario tomar decisiones "impopulares", ha agregado.
"Eso significa gastar menos en programas domésticos, significa gastar menos en defensa, significa reformar programas como Medicare para reducir el coste y fortalecerlo para las generaciones futuras, y significa afrontar el código impositivo y reducir algunas de las deducciones y exenciones fiscales de los americanos más ricos", ha ilustrado.
El presidente ha reconocido que él mismo "no estaría de acuerdo con algunos de estos recortes si estuviéramos en una mejor situación fiscal, pero no lo estamos". Por ello, "estoy dispuesto a hacer todo lo necesario para resolver este problema, incluso si no es políticamente popular y confío en que los líderes del Congreso demuestren la misma voluntad de compromiso", ha agregado.
"La verdad", ha señalado a los estadounidenses, es que "no se puede resolver nuestro déficit sin reducir el gasto, pero tampoco se puede reducir sin pedir a los americanos más ricos que paguen su parte o sin afrontar las grandes lagunas legales que dan intereses especiales y exenciones fiscales a las grandes empresas que el ciudadano medio no tiene".
"No deberíamos poner el peso de la reducción del déficit en las espaldas de personas que ya han sufrido lo peor de la recesión", ha proseguido Obama, para quien esto no sería "razonable ni correcto". "Si vamos a pedir a las personas mayores, o a los estudiantes, o a la clase media que se sacrifique, entonces tenemos que pedir a las corporaciones y a los americanos más ricos que compartan ese sacrificio", ha insistido, "porque todos formamos parte del mismo país y estamos en esto juntos".
En el pasado, ha recordado Obama, otros presidentes tuvieron que negociar con el partido rival y consiguieron llegar a acuerdos en los que "nadie consiguió todo lo que quería", "pero trabajaron juntos e hicieron que este país avanzara".
"Trabajáis duro, hacéis lo correcto y esperáis que vuestros líderes hagan lo mismo. Nos enviáis a Washington para hacer el trabajo duro, lo correcto (...) no sólo lo suficiente para llegar hasta la próxima elección, sino lo correcto para la generación venidera", ha subrayado Obama.
"Esperáis que (...) pongamos a América de vuelta en el terreno económico firme, que forjemos una economía saludable y creciente, que creemos empleos y reconstruyamos las vidas de la clase media y eso es lo que yo me comprometo a hacer", ha remachado.