Las veinticuatro víctimas mortales que dejó tras de sí el tornado que arrasó el pasado lunes la localidad de Moore en Oklahoma (EE.UU.) han sido identificadas según informaron las autoridades, que también hallaron a las seis personas que permanecían desaparecidas hasta el momento. El informe de víctimas publicado por el Gobierno local detalla que de los 24 fallecidos, 15 son mujeres y 9 son hombres y entre ellos 10 son menores de edad.
La oficina forense publicó en la noche de hoy la lista de las víctimas, con sus identidades y su edad. Once de las mujeres y seis de los hombres perdieron la vida a causa de traumatismos múltiples, mientras que cuatro mujeres y tres hombres murieron por asfixia, según el mismo informe.
El alcalde de la localidad de Moore, Glen Lewis, anunció que las seis personas que permanecían desaparecidas desde el lunes ya fueron halladas por las autoridades y precisó que cinco de ellas se encuentran en perfectas condiciones de salud.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, visitó hoy el área del desastre acompañada por la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, mientras los equipos de búsqueda y socorro continuaban removiendo los escombros dejados por el tornado.
"La gran necesidad ahora es traer equipos y personal para la remoción de escombros", afirmó Napolitano. "Vamos a acelerar el traslado de esos equipos para apurar la limpieza de las calles y para que los propietarios de casas individuales puedan sumarse a las tareas".
LOS DAMNIFICADOS
La secretaria instó, además, a los damnificados a que se registren con la Agencia de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés), que ya ha recibido más de un millar de solicitudes de asistencia. "La gente está sufriendo, realmente, y queda por delante mucho esfuerzo de recuperación que tenemos que hacer", añadió Napolitano. "Nosotros (el Gobierno Federal) estamos aquí para quedarnos y ayudar hasta que se complete esta reconstrucción", insistió.
El presidente estadounidense, Barack Obama, visitará la zona afectada el próximo domingo para conocer "de primera mano" los daños ocasionados por el tornado, según anunció hoy la Casa Blanca. Por su parte, el Departamento de Seguros del Estado estimó en 2.000 millones de dólares las pérdidas causadas por la catástrofe, aunque estos datos aún son provisionales.
El comisario de la agencia estatal, John Doak, informó esa cifra hoy en rueda de prensa y señaló que las pérdidas económicas podrían ser similares a las del tornado que arrasó hace dos años Joplin, en Misuri, dejando tras de sí 161 muertos y daños por unos 2.200 millones de dólares. No obstante, una portavoz de la agencia estatal precisó a Efe que estas estimaciones son todavía muy "preliminares" y se basan solo en una evaluación "visual" del territorio dañado de cerca de 30 kilómetros.
Por su parte, Mick Cornett, alcalde de Oklahoma City, ciudad que se encuentra a apenas veinte kilómetros de Moore, situó las pérdidas entre 1.500 y 2.000 millones de dólares y en 36.000 los ciudadanos afectados.
El Servicio Meteorológico Nacional elevó ayer al máximo nivel su estimación de la fuerza del tornado, que el lunes se había catalogado en la categoría EF-4, para clasificarlo como EF-5, lo que supone que provocó vientos de más de 320 kilómetros por hora.
El propio Obama reconoció que el del lunes fue "uno de los tornados más destructivos de la historia" de Estados Unidos, que cada año asume destrozos y víctimas por los temporales que en esta estación recorren el sur y el centro del país.