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El "número dos" del gabinete del Gobierno británico, David Lidington, presidió el pasado jueves una reunión con diversos miembros del Ejecutivo en la que se abordó el plan por seguir en caso de la muerte de la reina Isabel II, reveló el periódico The Sunday Times.

El rotativo subraya que el encuentro no estuvo motivado por "preocupaciones específicas" acerca de la salud de la monarca, de 92 años, a pesar de que se produjo la misma semana en la que la reina canceló su asistencia a un servicio religioso en la catedral de San Pablo de Londres por sentirse indispuesta.

A la "extensa" reunión asistieron, entre otros, el ministro de Interior, Sajid Javid, la líder del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, y el ministro para Escocia, David Mundell.

Según The Sunday Times, se habló sobre el momento en el que la primera ministra, Theresa May, se dirigiría a los británicos en caso de fallecer la soberana y se estableció que tras la muerte se declararían diez días de luto nacional.

Fuentes del Ejecutivo señalaron al diario que la operación, conocida como London Bridge (Puente de Londres), el plan de actuación en caso de muerte de la reina que las autoridades británicas tienen preparado desde años, está en "permanente" actualización.

Con todo, subrayaron que el alto nivel de la reunión de la semana pasada "no tiene precedentes", al ser la primera vez que diversos altos cargos del Gobierno se han reunido para abordar esos planes.

Cuando la monarca muera, está previsto que su cuerpo permanezca durante cuatro días en el palacio de Westminster, sede del Parlamento británico, según el rotativo.

En la reunión se determinó asimismo que el nuevo rey -Carlos de Inglaterra es el primero en la línea de sucesión- visitará Escocia y Gales poco después de la muerte de Isabel II para "mostrar que son una parte integral de su reino".