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El Papa ha invitado este viernes a los universitarios británicos reunidos en la explanada del Saint Mary College, a acudir a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en agosto de 2011.

Así lo ha expresado ante los cerca de 300.000 universitarios de todo el Reino Unido, según datos de la Iglesia católica, que han recibido al Pontífice, a los que también ha animado a ser "santos" así como "buenos científicos, historiadores, economistas y filósofos".

"Hay algo que deseo enormemente deciros. Espero que, entre quienes me escucháis hoy, esté alguno de los futuros santos del siglo XXI. Lo que Dios desea más de cada uno de vosotros es que seáis santos", ha remarcado Benedicto XVI.

"EL DINERO NO DA LA FELICIDAD"

Igualmente, el Santo Padre ha asegurado que el dinero, la cualificación profesional o la fama "no son suficientes" para hallar la felicidad. "La felicidad es algo que todos quieren, pero una de las mayores tragedias de este mundo es que muchísima gente jamás la encuentra, porque la busca en los lugares equivocados. La clave para esto es muy sencilla: la verdadera felicidad se encuentra en Dios", ha explicado.

En cualquier caso, el Papa ha instado a los universitarios a no ser mediocres en sus estudios, porque, a su juicio, "el mundo necesita buenos científicos y buenos historiadores, filósofos y economistas". No obstante, ha advertido que "si su aportación a la vida humana, dentro de su ámbito particular, se enfoca de manera demasiado reducida, pueden llevar por mal camino".

En el acto, que ha durado casi una hora, los estudiantes de diversas edades han expresado numerosos testimonios y se ha realizado una conexión en directo por medio de Internet con una escuela de Nigeria. Con este evento, el Papa ha inaugurado la Fundación deportiva Juan Pablo II, dos años antes de los Juegos Olímpicos de Londres.

Esta tarde, s las 17.10 horas, el Pontífice tendrá el acto más esperado de esta jornada: la reunión con los representantes de la sociedad civil en el Westminister Hall, el Parlamento inglés. Se trata de la tercera vez en la historia reciente de Reino Unido en que un líder se reúne con este público. La primera vez fue Nelson Mandela, en 1992 y la segunda ocasión fue en el año 2000, con motivo del Jubileo y fue la Reina Isabel quien lo presidió.