La Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania acordó consensuar un proyecto de reforma constitucional, que según la oposición debe recortar los poderes del Jefe del Estado en favor de los del Legislativo, y que podría ser votado ya la próxima semana.
Nada más hacer este anuncio, el presidente de la Rada, Vladímir Ribak, dio por cerrada la sesión y anunció que la próxima reunión se celebrará una vez que el proyecto de reforma constitucional esté preparado para su votación. "Que nadie salga de la ciudad, porque la sesión extraordinaria puede ser convocada en cualquier momento", agregó.
Ribak había propuesto esta mañana crear un grupo de trabajo para redactar el acta de reforma constitucional, pero los jefes de los grupos parlamentarios desestimaron la iniciativa, al considerar que ellos podrían acordar su texto.
El presidente de la Rada argumentó su propuesta con el hecho de que el secretariado aún no ha recibido ningún proyecto de la oposición para abolir la actual Constitución presidencialista y restablecer la de 2004, que refrendaba un sistema político presidencial-parlamentario.
Desde la oposición, el líder de la formación nacionalista Svoboda, Oleg Tiagnibok, le replicó que la ausencia de un proyecto se explicaba por el hecho de que el oficialista Partido de las Regiones no había comprometido su apoyo a la reforma constitucional.
Recordó que, según el reglamento de la Rada, en caso de que el proyecto fuese rechazado, los parlamentarios no podrían volver a debatirlo hasta el próximo periodo de sesiones, es decir, hasta septiembre.
"Nuestra posición no ha cambiado: el proyecto de Constitución está preparado. El país necesita ser una república parlamentaria-presidencial", declaró a su vez Arseni Yatseniuk, líder del partido opositor Batvkivschina.
Finalmente, serán los líderes de los grupos parlamentarios quienes negociarán el proyecto de reforma para llevar a la votación de los diputados un texto consensuado, con garantía de que será apoyado por todas las fuerzas políticas.
La sesión de la Rada transcurrió en medio de la presión que ejercieron en las calle de Kiev los manifestantes europeístas, que realizaron marchas para exigir la aprobación de la reforma constitucional.
Las protestas opositoras estallaron en Kiev haces dos meses y medio después de que el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, aplazara la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea prevista para finales de noviembre del año pasado.
Ante las crecientes manifestaciones europeístas en el centro de Kiev, ocupado por la oposición, la mayoría parlamentaria oficialista aprobó el pasado día 16 una serie de leyes para restringir el derecho de reunión y otras libertades civiles.
Tres días después, se registraron en la capital violentos choques entre manifestantes y policías antidisturbios que causaron seis muertos y centenares de heridos.