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El Gobierno chino ha optado por guardar silencio sobre el exanalista Edward Snowden, oculto en Hong Kong tras revelar un programa de espionaje masivo en Internet por parte de las autoridades de EEUU, mientras los medios oficiales temen consecuencias en las relaciones entre Pekín y Washington.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, evitó hoy, en su rueda de prensa diaria, proporcionar detalles sobre el caso o el paradero de Snowden y se limitó a insistir en que China es una víctima de ataques informáticos.

"Lamentablemente no tengo información que ofrecer ahora mismo", respondió Hua una y otra vez ante las preguntas sobre el paradero de Snowden -que se encuentra en un lugar indeterminado de Hong Kong tras abandonar el lunes el hotel donde se alojaba- o la posibilidad de que EEUU solicite la extradición del extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).

NUEVA PRESIÓN A LA COMPLEJA RELACIÓN

Las revelaciones de Snowden, quien aseguró que EEUU espía desde hace años a China, añaden nueva presión a la compleja relación entre ambos países, en un momento en el que los dos se toman la medida tras la renovación de sus respectivos Gobiernos y tras meses de acusaciones estadounidenses sobre ciberataques procedentes de la República Popular, que Pekín niega tajantemente.

La ciberseguridad fue uno de los asuntos dominantes en la reunión que hace apenas diez días mantuvieron los presidentes chino, Xi Jinping, y estadounidense, Barack Obama, en California (EEUU).

Hua reiteró hoy que China es una víctima de los ciberataques y que se opone a "cualquier tipo de piratería o ataque cibernético", al tiempo que lanzó un llamamiento a la cooperación internacional para luchar contra este problema.

"La ciberseguridad es un asunto internacional, muchos países afrontan ese problema. Debe ser abordado por la comunidad internacional al unísono y se debería mejorar la cooperación al respecto" para conseguir "la paz, la seguridad, la apertura y la cooperación en el ciberespacio", señaló la portavoz. "También creemos que adoptar un doble rasero no conduce a una resolución apropiada del asunto", subrayó.

LOS MEDIOS

En una entrevista divulgada por el diario de Hong Kong "South China Morning Post", Snowden afirmó que el Gobierno de EEUU ha perpetrado ataques cibernéticos contra China y la ex colonia británica durante años.

Snowden se encuentra en paradero desconocido en el enclave autónomo, donde quiere permanecer y luchar contra cualquier solicitud de extradición por parte de EEUU, según ha declarado.

Hong Kong cuenta con un tratado de extradición con Estados Unidos, pero, aunque Washington ha abierto una investigación sobre el caso, hasta el momento no ha presentado cargos contra el exanalista de la NSA.

En la entrevista con el periódico honkongués, Snowden denunció que "la NSA ha llevado a cabo más de 61.000 operaciones de ciberataques globalmente, con cientos de objetivos en Hong Kong y en la China continental".Entre ellos, señala actividades de espionaje a la Universidad China de Hong Kong, funcionarios, estudiantes y hombres de negocios de la isla.

También asegura que custodia documentos que verifican operaciones contra objetivos de la China continental, sin ofrecer más detalles.En Hong Kong, el Departamento de Justicia local ha rechazado pronunciarse hasta el momento acerca de la posibilidad de procesar a Snowden.

Aunque el silencio es la respuesta oficial al caso, la prensa oficial se ha hecho eco del caso y se pregunta sobre las consecuencias que pueda tener en las relaciones entre las dos potencias.El diario "China Daily" cita a observadores para indicar que "cómo se maneje este caso podría suponer un desafío para la incipiente buena voluntad entre Pekín y Washington, dado que Snowden se encuentra en territorio chino y la relación chino-estadounidense se ve constantemente en tensión por la ciberseguridad".

La agencia Xinhua cita al investigador Li Haidong, de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, según el cual "durante meses Washington ha acusado a China de ciberespionaje y ahora resulta que la mayor amenaza a la libertad individual y la privacidad en Estados Unidos es el poder desenfrenado de su Gobierno".