La Policía de Malasia lanza gases lacrimógenos y detiene a más de 500 personas
La Policía malasia ha lanzado gases lacrimógenos y ha detenido a más de 500 personas este sábado durante una manifestación antigubernamental en la capital, Kuala Lumpur, en la que participaban miles de personas.
La agencia Reuters ha comprobado en el lugar de los hechos cómo los agentes lanzaban proyectiles de gases lacrimógenos contra tres grupos de manifestantes en el centro de la ciudad mientras la gente coreaba frases como "Viva el pueblo" y "Reformas".
Varias personas sufrieron heridas que sangraban, pero la Policía no ha informado sobre heridos. En torno a la principal estación de autobuses de la capital, los agentes han utilizado cañones de agua contra los manifestantes. Según la Policía, hay 514 personas detenidas.
ELECCIONES LIBRES Y JUSTAS
Ambiga Sreenevasan, líder de la organización Bersih (Limpio), que convocó las protestas, ha declarado a los medios de comunicación: "Estamos luchando por unas elecciones libres y justas". "El Gobierno utiliza el poder, nosotros utilizamos nuestros derechos. Al final nuestro derecho prevalecerá", ha añadido.
Bersih pretende congregar a decenas de miles de simpatizantes en el centro de Kuala Lumpur para reclamar reformas electorales. Ésta podría ser la mayor manifestación llevada a cabo desde que la destitución de Anwar Ibrahim como viceprimer ministro en 1998 generó violentas protestas callejeras.
Anwar, que encabeza una coalición de tres partidos opositores, ha explicado su objetivo a Reuters en un hotel. "Queremos transmitir un mensaje muy claro: que no queremos un proceso electoral fraudulento".
Acompañado por su esposa y una hija, Anwar ha indicado que se unirá luego a la protesta. "No sabemos si llegaremos a nuestro destino, pero el espectáculo debe continuar", ha subrayado.
Los manifestantes se han concentrado en la zona centro con la intención de dirigirse a un estadio pese a que la Policía ha advertido de que lo que están haciendo es ilegal. En el centro de la ciudad no circulaban ni los autobuses ni los taxis.
Aunque en Malasia no hay disputas políticas importantes, la oposición cada vez se hace oír más. Aunque las próximas elecciones están previstas para 2013, el primer ministro, Najib Razak, que llegó al poder en 2009, podría adelantarlas para aprovechar el crecimiento de la economía nacional, según varios analistas,
La popularidad de Najib aumentó el pasado febrero de un 45 a un 69 por ciento, según la empresa de encuestas Merdeka Center, pero los analistas creen que los recientes desacuerdos entre personas de distintas etnias y religiones han dañado su imagen.
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}