Rusia detiene a otros tres sospechosos, supuestamente implicados en la masacre de Moscú. Rusia se resiste a reconocer la autoría del Estado Islámico del atentado de la sala de conciertos. Pese al nuevo video de la organización terrorista que dejaría más clara su autoría y las evidencias sobre los autores materiales del ataque. Putin, sin embargo, sigue cargando las tintas hacia la responsabilidad de Ucrania para justificar sus últimos ataques sobre Kiev.
El presidente ruso, Vladímir Putin, vio hoy una mano negra ucraniana en el atentado terrorista perpetrado el viernes en una sala de conciertos a las afueras de Moscú, donde murieron 139 personas, pese a que el ataque fue inmediatamente reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"Y los nazis, como es bien sabido, nunca han tenido reparos a la hora de emplear los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos", dijo durante reunión con miembros del Gobierno y las fuerzas de seguridad que fue transmitida en directo por la televisión.
Putin se negó a aceptar a pies juntillas la hipótesis presentada por los servicios de inteligencia occidentales de que el atentado es obra del Estado Islámico de la Provincia de la Provincia del Jorasán (ISPK, por sus siglas en inglés).
"Sabemos por medio de quien se cometió ese crimen contra Rusia y su pueblo. Nos interesa quién lo encargó", afirmó.
Ucrania es culpable
Durante su intervención Putin hizo preguntas a sus interlocutores, varias de las cuales las respondió él mismo, aunque aseguró a renglón seguido que las pesquisas deben ser objetivas y estar exentas de "trasfondo político".
El atentado de Moscú "se inscribe de manera totalmente lógica en los sangrientos actos de intimidación" cometidos por Kiev, comentó, en alusión a las incursiones fronterizas y sus ataques contra la anexionada península ucraniana de Crimea.
Putin recordó que justo ahora es cuando ha fracasado "completamente" la contraofensiva ucraniana y el ejército ruso tiene la iniciativa en el frente, por lo que Ucrania necesita demostrar que "no todo está perdido".
"Hay que responder a la pregunta de por qué los terroristas después de cometer el crimen intentaron huir justo por Ucrania, quién les esperaba", señaló.
El rastro occidental
Además, también se preguntó "¿quién se beneficia del ataque?" que tuvo lugar justo al día siguiente de que Putin fuera declarado presidente electo por otros seis años.
"Este crimen puede ser sólo un eslabón de una serie de intentos por parte de aquellos que combaten desde 2014 contra nuestro país con las manos del régimen neonazi de Kiev", respondió.
Al mismo tiempo, admitió que los que apoyan a Kiev "no quieren ser cómplices del terror y patrocinadores del terrorismo. Pero, efectivamente, hay muchas preguntas".
Y acusó a Kiev de limitarse a "cumplir las órdenes de sus patrocinadores occidentales, luchar hasta el último ucraniano, obedecer las instrucciones de Washington (...) Arrancar de esa forma nuevo armamento y dinero adicional", subrayó.