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El presidente dejaba Bruselas satisfecho de los resultados de la Cumbre porque Europa destinará fondos para fomentar el empleo juvenil. Una iniciativa que Rajoy llevó a la cumbre y que va tomando forma. España enviará técnicos para conocer qué cantidad de esas ayudas está disponible, que para nuestro país podría rondar los 11.000 millones de euros. Una delegación comunitaria asesorará también en esta materia. Pero la cita de los 27 dió para algo más: una cámara indiscreta captaba sus conversaciones con su homólogo holandés.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, considera totalmente respaldadas por la UE las reformas económicas que está aplicando en España aunque ha asumido que alguna, como la laboral, puede provocar una huelga.

Rajoy se estrenaba en un Consejo Europeo y a sus colegas comunitarios les ha expuesto las medidas que ya ha aprobado su Gobierno y las que va aprobar próximamente ante su compromiso total contra el déficit y la creación de empleo y pese a que es consciente de que muchas no van a gustar.

Lo hacía, tanto en su intervención en el plenario como en las conversaciones informales que ha mantenido con ellos antes de iniciarse la cumbre, como se ha podido constatar en las grabaciones de las mismas.

En una de ellas, la que mantenía con su homólogo finlandés, Jyrki Katainen, confesaba que la reforma laboral iba a provocar la convocatoria de una huelga.

Preguntado por este vaticinio en la rueda de prensa que ha ofrecido al término de la cumbre, Rajoy ha insistido en que es consciente de que habrá decisiones que no gustarán y tiene presente que se convocó una huelga contra la reforma laboral promovida por el Gobierno del PSOE cuando "no sirvió absolutamente para nada".

"Ya sé que habrá cosas que no gustarán a sindicatos o empresarios, pero nosotros tenemos que gobernar", ha recalcado Rajoy, quien se ha mostrado satisfecho por la decisión de la cumbre de estudiar el uso de fondos estructurales para paliar el paro juvenil. El presidente ha dado ya instrucciones para crear un equipo que viaje a Bruselas con el fin de analizar los fondos de los que se podrá disponer y el fin que se podría hacer de los mismos.

Rajoy ha asegurado que no ha planteado en la cumbre ninguna flexibilización de los objetivos de déficit y que ningún otro socio ha sacado el asunto a colación.

Durante su jornada en Bruselas ha insistido en todo momento en compaginar la consolidación fiscal, las reformas estructurales y la generación de liquidez. Es lo que ha expuesto por ejemplo en su ponencia en el Consejo sobre pymes, en la que ha hecho las tres peticiones que había anunciado: que los excedentes de los fondos estructurales se destinen a crear empleo, armonizar las retribuciones de los directivos de entidades financieras con ayudas públicas, y estudiar el "modelo austríaco" de desempleo.

Rajoy ha explicado también a Barroso que España cumplirá el calendario previsto para la aprobación de su presupuesto para 2012 y, para ello, fijará un techo de gasto una vez que se conozcan las nuevas previsiones de la Comisión el día 23 de febrero.

El presidente del Gobierno ha avanzado que, España no tiene intención de acudir al fondo de rescate permanente de la UE para recapitalizar su sistema financiero, aunque ha defendido que cuanto mayor sea su dotación, mejor será su efecto disuasorio en los mercados.

Tras todo ello, Rajoy ha abandonado Bruselas satisfecho al haber comprobado, según él, que lo que su Gobierno está haciendo en España y lo que debe seguir haciendo es lo que está apoyando la Unión Europea.