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Los equipos de rescate han aplazado hasta mañana la operación para intentar rescatar sanos y salvos a los 27 mineros que quedan atrapados a unos 1.500 metros de profundidad en una mina de carbón del norte de Nueva Zelanda.

Dos de sus compañeros han sido rescatados con heridas leves a lo largo de la jornada de hoy. "Estamos aferrados a nuestra esperanza. Mirad lo que ocurrió en Chile, todos aquellos mineros atrapados y luego salieron con vida", dijo el alcalde de Greymouth, Tony Kokshoornd, según el informativo digital "Stuff".

Un grupo de 33 mineros sobrevivió 69 días encerrado a casi 700 metros de profundidad en un yacimiento del norte de Chile.

Kokshoornd adelantó que los equipos de rescate necesitarán "varios días" antes de que las condiciones de seguridad para iniciar el salvamento sean las apropiadas.

La mina de Atarau, que explota la compañía Pike Rive y de donde se extrae carbón de alta calidad para producir acero que luego se vende al mercado indio, se ubica a unos 50 kilómetros al noreste de Greymouth.

SISTEMA DE VENTILACIÓN

La principal preocupación de los expertos en estos momentos es garantizar que funciona el sistema de ventilación y que les llega aire a las 27 personas atrapadas en el interior. "No sabemos dónde se encuentran los mineros, así que desconocemos su posición en relación a las salidas (de la mina, que tiene dos)", apuntó el experto David Feickert.

El especialista añadió que no podrán descender más de seis personas y tendrán que llevar con ellos bombonas de aire. Entrada la noche, el portavoz de Pike River, Dick Knapp, declaró en una conferencia de prensa que habían pedido a las familias de las víctimas que abandonasen la entrada de Atarau y que se trasladasen a Moonlight Hall, un local habilitado para ellos y que esperasen noticias allí. Knapp confirmó que fue una explosión de gas la que colapsó el túnel, aunque todavía no han determinado qué la produjo.

El estallido sucedió a las 16.30 hora local (03.30 GMT) y no se dio la alarma hasta una hora después, cuando el equipo en el interior del yacimiento no se comunicó con la superficie cuando estaba previsto.

El arcediano de Greymouth y de la Iglesia Anglicana Kumara, Robin Kinston, señaló que "existe mucho nerviosismo y mucha gente está rezando por los desaparecidos".Somos una comunidad que ha atravesado muchas, muchas crisis. Algunas acabaron bien y otras fueron absolutamente desastrosas. Nosotros tratamos a esperar a ver qué ocurre y no hacer conclusiones", añadió el religioso.