El Rey viaja a Arabia Saudí para allanar el camino a proyectos empresariales
Felipe VI comienza mañana su primer viaje oficial a Arabia Saudí para reunirse con el rey Salmán y otras autoridades del país y tratar de allanar el camino para que las empresas españolas se beneficien de las inversiones previstas en sectores como las infraestructuras o las energías renovables.
Don Felipe tuvo que aplazar este viaje el pasado mes de febrero debido a que el Gobierno estaba en funciones y también se vio obligado a posponerlo a mediados de noviembre tras el fallecimiento del hermano del monarca saudí.
La visita, en la que el Rey va a estar acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y del de Fomento, Íñigo de la Serna, y de representantes de la CEOE y de varias empresas, se va a prolongar hasta el lunes.
Don Felipe, que llegará mañana por la tarde a Riad, abrirá el domingo su agenda con un encuentro con la comunidad española, integrada por unas 5.000 personas.
Hacia el mediodía será cuando se vea con el rey Salmán, de 81 años, que ascendió al trono en enero de 2015 tras la muerte de su hermanastro, el rey Abdalá.
Con el programa aún por concretarse, la intención de Felipe VI es verse también con los otros dos pesos fuertes del régimen: el príncipe heredero, Mohamed bin Nayef, de 57 años y sobrino del rey, y con el hijo de éste y segundo en la línea de sucesión, Mohamed bin Salmán, nacido en 1985, quien, además de ministro de Defensa, es el responsable de la política económica.
Mohamed bin Salmán es el artífice del plan con el que Arabia Saudí pretende dar un vuelco a su modelo económico con el propósito de no depender del petróleo, a pesar de que sus reservas son aún inmensas.
Conocido como "Visión 2030", el plan de diversificación económica pretende aumentar el peso del sector privado con medidas como la de vender una parte de las acciones de la joya de la corona saudí, la gigantesca Aramco, que controla la industria petrolera.
Después de lograr los megacontratos del AVE de La Meca-Medina y del Metro de Riad, en los que participan empresas españolas, el Gobierno busca meter la cabeza en los proyectos que se deriven de "Visión 2030" en áreas como las infraestructuras, la energía, el transporte, la ingeniería o el sector agroalimentario.
Felipe VI participará el lunes en un foro económico en la Cámara de Comercio de Riad junto con De la Serna con el fin de allanar el camino para que se puedan conseguir esos nuevos contratos.
Son objetivos, entre otros, las licitaciones de los metros que se van a construir en Yeda, La Meca y Medina, así como la conexión ferroviaria con el vecino Baréin.
El viaje del Rey quiere servir además para dar un nuevo empujón al contrato de unos 2.000 millones de euros que pueda lograr Navantia para construir cinco corbetas para el Ejército saudí, lo que daría oxígeno a medio plazo a los astilleros de Cádiz y Ferrol (A Coruña).
No está previsto que el Rey visite las obras del AVE entre las ciudades santas de La Meca y Medina (450 kilómetros), aunque será objeto del diálogo entre De la Serna y sus homólogos saudíes.
La predisposición es dar más margen al consorcio español para que concluya los trabajos, aunque está por ver si se acepta el plazo de 24 meses solicitado por las compañías, lo que retrasaría la puesta en marcha del tren a 2019, o se acorta.
También está pendiente de resolver el problema del sobrecoste que ha generado la obra, adjudicada en su día por 6.730 millones de euros al consorcio español.
Como ya ocurrió en los dos intentos anteriores, la visita del jefe del Estado a la principal potencia del Golfo Pérsico ha levantado ampollas en algunos partidos de la oposición, como Podemos, críticos con que España estreche lazos con un régimen autoritario que no respeta los derechos humanos.
Como reconoció Dastis el pasado miércoles en el Senado, la situación en materia de libertades no es satisfactoria en Arabia Saudí, donde se aplica la pena de muerte, pero ve justificado el viaje por su componente comercial y político.
Dastis pretende abordar el asunto de los derechos humanos en la reunión que mantenga con su colega saudí.
Uno de los casos que más ha denunciado la UE es el del bloguero Raif Badawi, a quien el Parlamento Europeo concedió el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia en octubre de 2015 y que fue condenado a diez años de prisión y a mil latigazos por difamar al islam.
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