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Felipe VI visitó hoy Francia por vez primera como Rey de España, acompañado de la Reina Letizia, y además de la cariñosa acogida dispensada por sus autoridades, se llevó del país vecino una apuesta común con el presidente galo, François Hollande, para hacer un frente que dé un "nuevo impulso" a Europa. "Tenemos unas relaciones extraordinarias", dijo el jefe de Estado español en unas breves declaraciones a las puertas del Senado francés, última etapa de esta visita relámpago de siete horas a París, en la culminación de sus viajes de presentación a los países vecinos de España.

Esta idea estuvo presente en los dos únicos discursos pronunciados a lo largo de la jornada por el monarca español y el mandatario francés, en el almuerzo ofrecido en honor de los Reyes de España en el Palacio del Elíseo. El primer ministro Manuel Valls y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ambos de origen español eran algunos de los invitados.

"España y Francia comparten la responsabilidad de dar un nuevo impulso al proyecto europeo. La prioridad es trabajar por un mayor crecimiento económico y sobre todo por la creación de empleo, en particular para nuestros jóvenes", afirmó Felipe VI en el brindis.

Para el monarca español, ambas naciones vecinas deben "lograr una mayor cohesión económica, social y territorial", así como "incrementar el bienestar de nuestros conciudadanos y dar respuestas a los problemas que les preocupan".

Con algunos pasajes en francés, su alocución giró en torno a una apuesta fuertemente europeísta -"la Unión Europea es un imperativo geopolítico y económico para nuestros países"- y a una relación de aquellos asuntos en los que España y Francia tuvieron y pueden seguir manteniendo fuertes vínculos, como la lucha antiterrorista.

Además de considerar a Francia como "socio indispensable" para España, hizo hincapié en que la "Europa que estamos construyendo se afirma tanto en principios y valores universales como en afinidades compartidas".

De "modelo ejemplar" llegó a calificar el Rey la cooperación hispano-francesa contra ETA, para dejar claro que España apoya a Francia en sus esfuerzos por combatir el terrorismo yihadista en el Sahel.

Las "sólidas bases de entendimiento" entre españoles y franceses deben ampliarse y fortalecerse, apuntó, "eliminando cualquier obstáculo que dificulte el crecimiento de nuestra sólida relación".

Así, Felipe VI citó ante los invitados al almuerzo, entre ellos el primer ministro Manuel Valls, la necesidad de esforzarse por "superar" el "reto pendiente" que supone la barrera natural de los Pirineos; para hacerlo, apostó por intensificar las conexiones de transporte y energía entre los dos países.

Las palabras del Rey tuvieron su complemento en un afectuoso discurso de Hollande, quien también abogó por reorientar la política de la Unión Europea (UE) en favor del crecimiento como respuesta a la crisis y mencionó la exitosa colaboración hispano-gala en la lucha contra el terrorismo.

Igualmente, el presidente de la República puso el acento en que los dos países buscan juntos "soluciones europeas" contra la inmigración ilegal, anunció que la nueva interconexión eléctrica franco-española entrará pronto en servicio y aludió al proyecto para triplicar el intercambio gasístico por el Golfo de Vizcaya.

François Hollande dedicó unas palabras a los efectos que la crisis está provocando en la UE, alimentando lo que él llamó el "repliegue" y "las identidades regionales que mañana quieren ser identidades nacionales", aunque sin citar expresamente el auge nacionalista en Cataluña y el País Vasco, limítrofes con Francia.

Hollande, quien antes del almuerzo se había reunido con los Reyes para abordar asuntos de interés bilateral y del escenario internacional, como la situación en Oriente Medio, les invitó a volver a Francia, ya en visita de Estado, la próxima primavera, cuando se inaugura en París una exposición sobre Velázquez.

VISITA A LA ASAMBLEA NACIONAL Y REUNIÓN CON MANUEL VALLS

En sus apenas siete horas en Francia, los Reyes Felipe y Letizia también tuvieron tiempo para visitar la Asamblea Nacional y el Senado y para reunirse en el Hôtel de Matignon con Manuel Valls y su esposa, Anne Gravoin, ante una gran expectación de los medios gráficos.

Este socialista francés nacido en Barcelona mantiene una buena relación de su anterior etapa como ministro del Interior con el responsable de esta cartera en España, Jorge Fernández Díaz, acompañante de los Reyes en este viaje y presente en Matignon.

Por cierto que el primer minsitro francés, Manuel Valls viajará este miércoles a España donde se entrevistara con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Antes de regresar a Madrid, tras despedirse del presidente del Senado, Jean Pierre Bel, el Rey mostró su agradecimiento por la acogida y el entendimiento dispensados por las autoridades galas y calificó de "extraordinarias" las relaciones hispano-francesas.

Felipe VI ratificó su satisfacción por el resultado de la gira de presentación por los países vecinos que durante el mes de julio le ha llevado junto a la Reina a Portugal, Marruecos y Francia.