Solo el 21,3 % de los rumanos con derecho a voto habían acudido a media jornada a las urnas en el referéndum sobre la destitución del presidente, Traian Basecu, lo que podría resultar insuficiente para validar la consulta, que necesita una participación superior al 50 %.
La coalición de Gobierno, formada por socialdemócratas y liberales, acusa a Basescu de violaciones graves de la Constitución, por lo que suspendió a comienzos de julio de sus funciones gracias a su mayoría simple en el Parlamento.
Los ciudadanos deciden en la consulta de hoy si Basescu regresa al palacio presidencial o si es cesado tras ocho años en el cargo y a falta de dos para finalizar su segundo y último mandato.
Dirigentes del conservador y opositor Partido Democrático Liberal (PDL), aliado de Basescu y que habían llamado a un boicot del referéndum, denunciaron hoy algunas irregularidades.
El propio presidente había denunciado que el Gobierno prepara un fraude masivo en el referéndum, algo que ha negado vehementemente el Ejecutivo, que defiende la normalidad de la jornada electoral.
El desarrollo del referéndum es vigilado de cerca por la Comisión Europea, que ha criticado duramente la manera en que el Gobierno del socialdemócrata Victor Ponta ha procedido para forzar la destitución de Basescu.
Los colegios electorales cierran a las 21.00 GMT, para cuando se esperan también las primeras proyecciones, tanto sobre la participación como el resultado en sí.