Rusia ha introducido medidas antiterroristas en la capital y en la región de Moscú, después de que el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, se declarara en rebeldía con el mando militar del Ministerio ruso de Defensa para acabar con el "caos" que supone la guerra en Ucrania.
"En relación con la información que llega, en Moscú se están tomando medidas antiterroristas destinadas a fortalecer las medidas de seguridad", señaló el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, en su canal de Telegram. El regidor de la capital explicó que han organizado un control adicional en las carreteras y advirtió de que es posible que se limite la celebración de actos públicos.
"En la región de Moscú, se han fortalecido las medidas de seguridad, la situación está controlada por las fuerzas del orden y el Servicio Federal de Seguridad (FSB)", indicó por su parte el gobernador de la provincia, Andréi Vorobiov, en la misma aplicación de mensajería.
"Es posible que haya controles adicionales en las carreteras, en este sentido, les pido que se abstengan de viajar en transporte personal en el sur de la región de Moscú si es posible. Por favor mantengan la calma", recalcó.
La víspera Prigozhin declaró el Grupo Wagner en rebeldía contra la cúpula del Ministerio de Defensa, especialmente el ministro Serguéi Shoigú y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, a los que acusó de haber "aniquilado" 100.000 soldados rusos y de haber creado un "caso" en con su estilo de mando en Ucrania.
Sus hombres anunciaron haber cruzado desde Ucrania a la región rusa de Rostov, en el sur, para iniciar una "marcha por la justicia" hacia Moscú.
En las calles de Rostov se ven a estas horas vehículos blindados y hombres armados que rodean edificios administrativos, según los medios locales, si bien Prigozhin aún no ha confirmado si sus hombres han tomado alguno de ellos.
La víspera dijo que él tenía consigo a 25.000 hombres y esta mañana aseguró en otro mensaje de audio que entre 60 y 70 personas se habían sumado al grupo.
El gobernador de la región, Vasili Gólubev, quien había pedido a los ciudadanos no abandonar innecesariamente sus casas, anunció este sábado la cancelación de todos los actos públicos y cambios en las rutas del servicio de transporte.
Prigozhin ha negado un intento de golpe de Estado, mientras que la Fiscalía General de Rusia ha abierto un caso por "organizar una rebelión armada", que puede suponerle entre 12 y 20 años de prisión.
Serguéi Surovikin, comandante adjunto del Grupo Conjunto de Tropas en Ucrania y el único que respeta Prigozhin, según ha dicho públicamente, dijo que el grupo Wagner necesita detener las columnas que pretenden avanzar hacia la capital y regresar a sus puntos de despliegue permanente.
"Antes de que sea demasiado tarde, y lo que hay que hacer es obedecer la voluntad y la orden del presidente de Rusia elegido por el pueblo y detener las columnas, devolverlas a sus puntos de despliegue permanente y áreas de concentración, resolver todos los problemas solo por medios pacíficos bajo el liderazgo del comandante supremo de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa", Vladímir Putin.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo anoche que el mandatario ha sido informado de todos los acontecimientos y que se estaban tomando las medidas necesarias.
Los grupos de mercenarios son ilegales en Rusia, pero recientemente Putin y Shoigú instaron a todas las unidades de voluntarios a ponerse bajo la orden del Ministerio de Defensa, algo que Prigozhin rechazó hacer.