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El ministro de Finanzas de Chipre, Mijalis Sarris, abandonó hoy Rusia con las manos vacías: Moscú ha dado un paso al costado y deja el rescate financiero de la isla en manos europeas."Rusia se sumará al arreglo de los problemas financieros de Chipre sólo después de que se alcance un acuerdo entre las autoridades chipriotas y la Unión Europea", declaró el primer ministro ruso, Dmitri Médvedev, en una rueda de prensa conjunta con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barros. Eso sí, el jefe del Gobierno ruso precisó que Rusia "no ha cerrado la puerta" a las conversaciones con Chipre.

DE VUELTA, SIN APOYOS

Sarris, quien llegó hace dos días a la capital rusa con la misión, si no de conseguir un salvavidas financiero para su país, sí de obtener ciertos respaldos que alivien la situación de Chipre, no logró convencer a las autoridades rusas."No hemos podido recibir el apoyo que queríamos", dijo el ministro chipriota, citado por las agencias locales, antes de dejar Moscú.

Sin embargo, el jefe de las finanzas chipriotas manifestó que más adelante Rusia podría conceder un nuevo crédito y revisar las condiciones de un empréstito anterior de 2.500 millones de euros."Las negociaciones han concluido", sentenció el titular de Finanzas ruso, Antón Siluánov, al resaltar que las ofertas que trajo a Moscú su homólogo chipriota, incluida la de participar en la explotación de un yacimientos de gas, no suscitaron interés en la parte rusa.

"Sus propuestas eran crear una compañía estatal para trasferir activos gasísticos con participación de inversores rusos (...). Nuestros inversores no se han interesado", dijo el ministro ruso, citado por la agencia Interfax.Añadió que la banca rusa tampoco mostró interés en invertir en la compra de bancos u otros activos chipriotas."Nos propusieron entrar en esos bancos, pero ninguna de nuestras entidades crediticias comerciales manifestó el deseo de hacerlo", explicó.

CRÉDITO

Además, Siluánov destacó que en sus conversaciones con Sarris no se habló de la concesión de un nuevo crédito ruso a Chipre, "porque la parte europea estableció un techo de deuda" para ese país. Rusia criticó duramente y tachó de confiscatorio el plan de rescate financiero acordado inicialmente por el Gobierno chipriota y el Eurogrupo, que contemplaba gravar los depósitos bancario para recaudar los 5.800 millones de euros que le exige la Unión Europea como condición para aportar otros 10.000 millones al rescate.

El Kremlin se quejó de que el Eurogrupo no informó oportunamente de esa iniciativa a Rusia, habida cuenta de su fuerte presencia financiera en Chipre, y reclamó acciones conjuntas.

"Esperaremos las decisiones de la troika (el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), y a partir de ellas reaccionaremos, tomaremos decisiones sobre nuestra participación en lo que se refiere a la reestructuración de la deuda", declaró hoy Siluánov, en tono mucho más suave. Las negociaciones ruso-chipriotas coincidieron con la reunión del Gobierno ruso y la Comisión Europea, en momentos que Europa insiste en que los problemas de la zona del euro deben resolverse en el seno de la misma.

El vicegobernador del Banco Central ruso, Alexéi Simanovski, apuntó hoy que la situación en Chipre "no tendrá una influencia sistémica en el sector bancario de Rusia".

YACIMIENTO DE GAS

Por su parte, fuentes del Ministerio de Energía de Rusia indicaron que el consorcio gasístico Gazprom y la petrolera estatal Rosneft rechazaron la propuesta de Chipre de participar en la licitación para explotar un yacimiento de gas en la plataforma continental del país insular.

"Han propuesto (los chipriotas) participar en la licitación, pero los estudios sismológicos del yacimiento no han concluido y no está claro qué tipo de yacimiento es", dijo un portavoz de esa cartera citado por las agencias locales.Agregó que se trata de un asunto que habrá que estudiar en el futuro y de manera muy detallada.

La víspera, Medvédev declaró que la participación de las compañías rusas en la explotación del yacimiento es un asunto "sumamente complejo"."En primer lugar, no tengo muy claro los costes y, en segundo, sabemos que hay algunos problemas con Turquía. Es un asunto sumamente complejo", dijo el jefe del Gobierno ruso.

Chipre está dividido desde 1974 entre el norte turcochipriota y el sur grecochipriota y no existe una demarcación legal de las aguas territoriales de cada parte.