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El recuento electoral ha confirmado la esperada victoria del laborista Sadiq Khan, quien dirigirá el nuevo rumbo político tras acceder a la Alcaldía de Londres con 1,31 millones de votos, el 57 por ciento de las papeletas.

Tras ocho años de mandato conservador en manos de Boris Johnson, Khan se convierte así en el primer alcalde musulmán de una gran capital europea. En su discurso tras confirmarse la victoria del laborista, el nuevo alcalde se ha referido a sus orígenes humildes en un consejo local y ha asegurado que nunca había imaginado que alguien como él alcanzada la Alcaldía de Londres.

"La política del miedo no es bienvenida en esta ciudad", ha asegurado el nuevo alcalde. Khan se hizo con la Alcaldía venciendo al conservador Zac Goldsmith, que llegó en segundo lugar en la contienda electoral, con 994.614 votos.

El Partido Laborista, que también tendrá la mayoría en la asamblea local, se ha apresurado a felicitar al vencedor antes incluso de que existiera confirmación oficial sobre el triunfo. Palabras como "orgullo" o "esperanza" se han repetido en los mensajes difundidos en redes sociales por dirigentes de la formación. Khan, diputado nacional por la circunscripción de Tooting, procede de una familia humilde de origen paquistaní y ahora tendrá bajo su mando una ciudad de 8,6 millones de habitantes. Transporte, seguridad, vivienda o medio ambiente figuran entre las competencias del cargo, el más relevante de elección directa en Reino Unido.

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ha reprochado a los 'tories' una campaña "vil" contra Khan, a quien intentaron vincular con "extremistas". "Los métodos y el lenguaje que han usado ha tenido el efecto contrario al que querían", ha destacado. Por su parte, Boris Johnson se ha despedido en Twitter del cargo que ha ocupado durante ocho años. "Ser vuestro alcalde ha sido el mayor privilegio", ha publicado el ahora diputado en la Cámara de los Comunes, a quien algunos sitúan como aspirante a primer ministro.

SUSTITUYE AL CONSERVADOR BORIS JOHNSON

Khan sustituirá al también conservador Boris Johnson, que cumplió dos mandatos tras imponerse en 2008 al laborista Ken Livingstone, que gobernó las dos anteriores legislaturas. Además de al alcalde, que se elige con un sistema en que los votantes pueden emitir un voto de primera y de segunda preferencia, los ciudadanos eligieron a los miembros de la Asamblea londinense.

El alcalde de Londres, una ciudad con 9,8 millones de habitantes en su área urbana -13,8 millones contando el área metropolitana-, tiene competencias sobre transporte, medio ambiente, vivienda y urbanismo, y está supervisado por la Asamblea. Además de las elecciones en Londres, ayer se celebraron comicios municipales en 124 municipios ingleses y elecciones autonómicas en Gales, Irlanda del Norte y Escocia.

LOS LABORISTAS RESISTEN EN INGLATERRA Y EL SNP PIERDE FUELLE EN ESCOCIA

Las elecciones municipales y autonómicas de este jueves en el Reino Unido arrojan un nuevo panorama político que confirma a los laboristas como fuerza dominante en Inglaterra y marca un retroceso de los independentistas en Escocia, donde los "tories" son por primera vez en años la oposición oficial.

Esta ha sido la primera cita electoral desde los comicios generales de mayo de 2015, que ganaron con mayoría absoluta los conservadores, y se planteó como un barómetro de los liderazgos de Jeremy Corbyn en el Partido Laborista y, en menor medida, del primer ministro, el "tory" David Cameron.

Contra todo pronóstico, según los datos difundidos hoy, el Laborismo del izquierdista Corbyn, elegido tras la debacle de hace un año, ha retenido la mayoría de sus feudos en los comicios locales en Inglaterra, frente a las predicciones de que perdería al menos 150 concejales respecto a los logros de 2012.

Con los votos de 105 de 124 consistorios escrutados, los laboristas ceden un municipio, hasta situarse en 53, y 24 concejales, hasta contar con 1.106, mientras que los conservadores de Cameron conservan 28 ayuntamientos y ceden 15 concejales, hasta situarse en 628.

Los liberaldemócratas, machacados en las generales de 2015, repuntan en territorio inglés, al sumar 27 concejales hasta situarse en 260, y avanza el eurófobo y xenófobo UKIP, que gana 22 concejales hasta un total de 43, sin controlar ningún consistorio.

Además de las municipales en Inglaterra, se celebraron ayer comicios autonómicos en Irlanda del Norte (de los que aún no hay resultados), en Gales y en Escocia, donde el Partido Nacionalista Escocés (SNP) encadenó su tercer mandato, pero perdió la mayoría absoluta conseguida en 2011.

Al final del recuento, el SNP de Nicola Sturgeon se hizo con 63 de los 129 escaños en liza -seis menos que hace cinco años-, lo que parece indicar una caída del apoyo al independentismo y sugiere que puede haber tocado techo.

Los grandes vencedores en las autonómicas escocesas fueron los conservadores, liderados allí por la carismática Ruth Davidson, que, con 31 escaños, se convierten por primera vez en la historia moderna en la oposición oficial del Parlamento de Edimburgo, en detrimento de los laboristas de Kezia Dugdale, que pierden 13 diputados y se quedan con 24.

El éxito de Davidson se ha atribuido a su sólida campaña por la permanencia en el Reino Unido previa al referéndum de independencia celebrado en septiembre de 2014, que perdieron los independentistas con un 45% frente a un 55% de los votos.

En Gales, los laboristas han conservado su mayoría al retener todos sus escaños menos uno, hasta un total de 29, mientras que el UKIP de Nigel Farage irrumpe en la Asamblea galesa con nada menos que siete diputados.

Los resultados mejores de lo esperado en Gales y en Inglaterra dan impulso a Corbyn, y "alejan a corto plazo la posibilidad de un golpe para derrocarle por parte de sus enemigos dentro del partido", declaró a Efe el profesor de Política de la London School of Economics (LSE) Tony Travers.

"Aunque los resultados son modestos, superan con creces las expectativas, y eso quita presión a Corbyn", más aún si, como se prevé, gana la alcaldía de Londres el candidato laborista, Sadiq Khan, señala.

Según el profesor de Política de la Universidad de Warwick Ben Clift, "el gran problema para Corbyn, o para cualquier otro líder laborista, es el retroceso en Escocia, que costará años recuperar". "Sin una buena presencia en esa autonomía, es casi imposible que el Partido Laborista pueda ganar unas elecciones generales en el Reino Unido", advierte.

"El nuevo panorama político y la nueva estructura de partidos se lo ponen muy difícil a Corbyn", afirma este académico, que opina que, para implantar su liderazgo, el veterano izquierdista "debería ser más eficaz para controlar la agenda política y lidiar con la prensa".

Cameron, por su parte, ha restado importancia a los magros avances de su partido en Inglaterra y ha subrayado el avance de los conservadores en Escocia, mientras se prepara para el verdadero test a su liderazgo: el referéndum de pertenencia a la Unión Europea (UE), del próximo 23 de junio.