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La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aprovechó este lunes su primera visita a las tropas españolas en el exterior para destacar la calidad de la sanidad española, que calificó como "una de las mejores del mundo".

En la base de apoyo avanzado FSB de Herat (Afganistán), la vicepresidenta subrayó que los militares españoles que han pasado por este país asiático "han sabido lograrse la confianza y el respeto" de los afganos, en los casi 13 años que ha participado España en la misión ISAF de la OTAN, que concluye el próximo 31 de diciembre.

"Ha sido una experiencia muy importante, porque está permitiendo comprobar cómo sobre el terreno los españoles y las Fuerzas Armadas españolas ha logrado ganarse un afecto con su trabajo, su solidaridad, con su entrega muy intensa en esta zona", dijo la vicepresidenta antes de concluir su primera visita a un contingente español en el exterior.

La 'número dos' del Gobierno llegó a Herat, acompañada del ministro de Defensa, Pedro Morenés, minutos después de las 5 de la mañana de este lunes. Preguntada por qué no había visitado antes un contingente en el exterior, señaló que lo ha hecho "cuando me han invitado" y, en tono irónico, el ministro aclaró que "la culpa no es de la vicepresidenta", sino suya, porque hasta ahora "no la he invitado".

"O es que yo no estaba preparada y hasta ahora el ministro no ha visto el momento", apostilló la vicepresidenta. Nada más llegar, la vicepresidenta recibió novedades por parte del general italiano jefe del mando regional oeste de la misión ISAF, Maurice Scardino, y del jefe del contingente español que se encarga del control aeroportuario de la base, el coronel del Ejército del Aire Enrique Biosca. No obstante, no fue recibida con honores, ni sonó el himno de España, ni pasó revista a las tropas en esta "visita de trabajo".

Tras conocer el cometido de los soldados de la 'Force Protection', que se encargará a partir de enero de garantizar la seguridad de la base y de los efectivos que cumplen allí la misión, así como de los vehículos RG-31 y Lince que emplean en las patrullas, Sáenz de Santamaría y Morenés visitaron el hospital Role 2.

Allí, la teniente coronel médico Ana Betegón Sanz -primera mujer al mando de este hospital- le explicó la labor que realizan. En estas instalaciones sanitarias sigue su tratamiento médico Setara, una joven afgana que fue intervenida en España después de que su marido la maltratara y le cortara la nariz, las orejas y los labios.

Durante su estancia en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid el verano pasado se le reconstruyó lo suficiente para recuperar las funciones de estos órganos. La joven afgana volverá en enero a Madrid para nuevas intervenciones. Hasta el día de hoy más de 61.400 pacientes han pasado por el Role 2 y el personal sanitario ha tenido que realizar 1.332 operaciones quirúrgicas.

DE HERAT A KABUL

Pese a que a final de este año concluye la misión ISAF de la OTAN, España continuará en Afganistán bajo el paraguas de la operación Resolute Support (RSM) de la Alianza. En ella España desplegará un máximo de 485 efectivos.

El ministro de Defensa aclaró que "inicialmente" sólo se desplegará esta misión por un año, y que "probablemente dentro de un año", si se acuerda con los italianos, se concentrará todo el contingente español en Kabul, donde cabría la posibilidad de estar otro año más.

En cuanto a la situación de la zona, Morenés reconoció que Herat es una "zona conflictiva desde hace tiempo", pero "aquí el problema es más de crimen organizado que de yihadismo, lo cual no significa que no sean extraordinariamente peligrosos".

No obstante, agregó que en el hospital le indicaron que las atenciones por estas acciones "afortunadamente son cada vez menos". "No es nada nuevo que en Afganistán ocurran las cosas que están ocurriendo estos días", apostilló. El ministro de Defensa resaltó que la seguridad está por encima de todo y que los militares españoles realizan sus cometidos "con todas las garantías", lo cual se les exige como uno de los objetivos de la operación.

Tras diez años de España al frente de la base en Herat, el mando de la misma pasa ahora a manos de Italia, lo cual, según Morenés, "no significa una pérdida de estatus", sino que "cada uno en su momento tiene su rol que cumplir".