El primer ministro griego, Andonis Samarás, se mostró hoy seguro de la victoria de Nueva Democracia en las elecciones del próximo domingo y aseguró que el Gobierno terminará antes de finales de febrero las negociaciones con la troika de acreedores.
En un mitin multitudinario celebrado en un centro deportivo en la periferia de Atenas, Samarás afirmó que una vez concluida la evaluación del programa de rescate, Grecia recibirá el crédito reforzado acordado con los socios, fondos del denominado plan Juncker y se beneficiará de la compra de bonos anunciada ayer por el Banco Central Europeo (BCE).
Aseguró que la coalición izquierdista Syriza, por contra, dice "no al dinero, no a las inversiones y no a los sueños de estos jóvenes que esperan un trabajo gracias a las inversiones".
"Nosotros queremos salir del rescate y ellos (Syriza) nos quieren llevar a uno nuevo", dijo en medio del júbilo de los varios miles de asistentes para añadir que, de gobernar Syriza, Grecia iría a la "quiebra".
Recalcó que "un país es fuerte solo si no necesita créditos", y aseguró que Syriza "volverá a toda Europa contra Grecia".
"Eso no lo permitiremos", afirmó, seguro de que las urnas le darán la razón.
El líder conservador afirmó asimismo que Syriza se limita a hacer promesas y negar los logros del Gobierno.
Samarás recordó que en los cerca de tres años de su Gobierno, y pese a las adversidades de la crisis, "se sentaron las bases para el crecimiento"
"Grecia no necesita más dinero. Ahora empezaron las inversiones y por primera vez en seis años se incrementaron los ingresos de los griegos", dijo el primer ministro en funciones, para lamentar que Syriza "provocó" las elecciones del domingo.
En un discurso apasionado, se mostró seguro de la victoria frente a los pronósticos de las encuestas, que dan una clara ventaja a Syriza, de entre cuatro y ocho puntos.
Samarás prometió reducir el tipo impositivo máximo del 42,5 % al 35 % e ir eliminando paulatinamente las "injusticias" que se tuvieron que cometer debido a la crisis.
"En dos años devolveremos la totalidad de los recortes a los uniformados", dijo, en alusión a las reducciones salariales impuestas en los últimos años, que el Tribunal Supremo Administrativo declaró improcedentes. "No habrá más reducciones", prometió.
Al igual que en sus anteriores actos de campaña, afirmó que de ganar Syriza, Grecia se convertirá en una segunda Venezuela o Corea del Norte, sin fronteras seguras y abriendo las puertas a la inmigración ilegal.