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La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han conversado este miércoles por teléfono tras la amenaza del Ejecutivo español de votar en contra del acuerdo de salida del Reino Unido de la UE en caso de que no se modifique para dejar claro que la aplicación en Gibraltar de la relación futura que pacte Londres con los Veintisiete tiene que negociarse de manera bilateral entre Madrid y Reino Unido.

Tras la conversación, Pedro Sánchez, ha confirmado que España ejercerá su derecho de veto y votará en contra del acuerdo de salida del Reino Unido de la UE en caso de que no se modifique para dejar claro que la aplicación en Gibraltar tiene que negociarse de manera bilateral entre España y Reino Unido.

Sánchez ha llamado por teléfono a la primera ministra británica y ambos han mantenido una "larga conversación" ayudados por intérpretes.

En rueda de prensa conjunta con el primer ministro portugués, António Costa, con motivo de la XXX cumbre entre España y Portugal, celebrada en Valladolid, Sánchez ha mostrado la firmeza de su posición a este respecto, porque se trata de una cuestión "esencial" que afecta a los intereses de España como "nación" y que él va a defender "hasta el final".

El jefe del Ejecutivo ha recordado que él siempre ha demostrado una actitud "europeísta" y constructiva en las negociaciones del Brexit, a lo largo de las cuales siempre ha expresado de manera "transparente" su postura y líneas rojas. Por eso mismo, ha admitido que en su Gobierno se han sentido "contrariados" al revisar el borrador final del acuerdo.

Madrid condicionará su visto bueno al acuerdo de divorcio a que se modifique el artículo 184 del Tratado de Retirada que "pone en cuestión la capacidad española de negociar con Reino Unido el futuro de Gibraltar" y esto "no es aceptable para España ni en el acuerdo de retirada ni en la declaración política" sobre el futuro de la relación entre Londres y el Ejecutivo comunitario.

Lo que el Ejecutivo español quiere es que tanto en el acuerdo de salida --que es un tratado-- como en la declaración política sobre la relación posterior entre la UE y Reino Unido quede claro que el futuro de Gibraltar se decide por una negociación entre Reino Unido y España.

"La actitud del Gobierno de España para con el contencioso de Gibraltar es positiva, pero tenemos que hacerlo nosotros con Reino Unido, sólo nosotros y nada más que nosotros", ha abundado Sánchez, defendiendo una de las líneas tradicionales de la posición española sobre Gibraltar, el diálogo bilateral entre Madrid y Londres como mecanismo de resolución de los distintos aspectos del contencioso en torno a la soberanía del Peñón.

Por su parte, May ha recalcado este miércoles que su Gobierno no "excluirá" a Gibraltar de las negociaciones con la Unión Europea para establecer las directrices de la relación futura tras el Brexit. La jefa del Gobierno ha afirmado que el Peñón estará "cubierto" en las futuras negociaciones y ha recordado que ya ha estado "plenamente implicando" en la fase previa de diálogo. "Queremos un acuerdo que sirva para toda la familia de Reino Unido y eso incluye a Gibraltar".

May ha apuntado, además, que el protocolo sobre Gibraltar incluido en el acuerdo forma parte de un "amplio abanico" de compromisos suscritos entre Londres y Madrid para mantener la "cooperación" en los próximos meses, en alusión a los cuatro memorandos de entendimiento y a un acuerdo fiscal.

GIBRALTAR DEBE SER AUN ABORDADO, SEGÚN LA COMISIÓN EUROPEA

La Comisión Europea (CE) confirmó hoy que la cuestión de Gibraltar, para la que España pide más garantías jurídicas a fin de respaldar el acuerdo de retirada del Reino Unido de la UE, aun "debe ser abordada" por los Estados miembros. "Puedo confirmar que la cuestión de Gibraltar, como la de la pesca, son cuestiones que deben aún ser abordadas, resueltas", indicó en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea el portavoz-jefe comunitario, Margaritis Schinas, respecto al borrador de la declaración sobre la relación futura con Londres, aprobada por la Comisión y que ahora discuten los Veintisiete.