Nicolas Sarkozy | REDACCIÓN
(Actualizado

La Justicia francesa ha condenado este lunes a tres años de cárcel al expresidente Nicolas Sarkozy por los delitos de corrupción y tráfico de influencias, después de considerar probado que hizo uso de su posición para tratar de obtener información sobre una investigación.

La sentencia, que deja en suspenso dos de los tres años de cárcel a los que ha sido condenado, incluye también penas similares contra el abogado Thierry Herzog y el juez Gilbert Azibert, las otras dos patas de la trama. En el caso de Azibert, la pena lleva también aparejada una inhabilitación de cinco años para el ejercicio de su profesión.

"Eran perfectamente conscientes del carácter fraudulento de sus acciones", ha esgrimido la jueza Christine Mée al leer el veredicto por el conocido como 'caso de las escuchas', informa Franceinfo. La Fiscalía pedía contra Sarkozy cuatro años de cárcel, dos de ellos en firme, mientras que la defensa reclamaba la absolución, por lo que previsiblemente recurrirá el fallo.

"Jamás cometí el menor acto de corrupción", clamó en diciembre Sarkozy, de 66 años, en un instante clave de un juicio que arrancó el 23 de noviembre y que en un principio arrancó con la amenaza de una posible pena de diez años de cárcel contra el exmandatario francés.

El Ministerio Público acusaba a Sarkozy de intentar obtener en 2014 a través de Herzog información secreta, para lo cual habría recurrido a Azibert, entonces en el Tribunal de Casación. Según los investigadores, el expresidente ofreció a Azibert un puesto en Mónaco a cambio de datos relativos a una causa abierta por presunta financiación irregular de campaña.

Las acusaciones se basan en conversaciones telefónicas privadas entre Sarkozy y Herzog. El expresidente, que ha negado que hubiese cometido irregularidad alguna, intentó tumbar las grabaciones como pruebas válidas en el juicio, ya que considera que se realizaron de forma ilegal.

Encara un nuevo juicio

La sentencia de este lunes enturbia el horizonte judicial de Sarkozy, que encara desde el 17 de marzo un nuevo juicio oral por las supuestas irregularidades en los gastos de la campaña presidencial de 2012.

Sarkozy, que gobernó Francia entre 2007 y 2012, sigue siendo una figura relevante en el escenario político francés y como expresidente ha seguido asistiendo a actos públicos. Sus memorias, publicadas este verano, se colaron en 2020 entre los libros más vendidos.

En noviembre, se convirtió en el primer exjefe de Estado que se sentaba físicamente en el banquillo de los acusados, ya que en 2011 su antecesor en el Elíseo, Jacques Chirac, fue condenado a dos años por delitos cometidos durante su etapa como alcalde de París pero esquivó la simbólica imagen en los tribunales por sus problemas de salud.