Seguidores de la candidata demócrata a la presidencia de EEUU, Hillary Clinton, exigen un recuento de votos en Pensilvania, Wisconsin y Michigan, a raíz de informes de expertos en seguridad que sugieren que pudo haber manipulación de datos informáticos en varios condados de esos estados.
El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ganó a Clinton el pasado 8 de noviembre por muy poca diferencia de votos en Pensilvania y Wisconsin, mientras que Michigan todavía no se ha adjudicado a ninguno de los candidatos por lo ajustado del recuento.
La ventaja en esos tres estados fue determinante para que Trump superase el umbral de los 270 votos del sistema de Colegio Electoral necesarios para ganar la presidencia.
Pese a que Trump se impuso en el sistema de Colegio Electoral que decide al inquilino de la Casa Blanca, Clinton superó a su rival en dos millones de votos.
El escrutinio, todavía en marcha en algunos estados que están procesando votos en ausencia o depositados en el extranjero, da una ventaja de más de dos millones de papeletas a Clinton (64,22 millones) frente a Trump (62,21 millones), y sitúa el porcentaje total en 48,1 % para la demócrata y 46,6 % para el republicano, según la web Cook Political Report.
Esas cifras están dando alas a los seguidores de Clinton para solicitar un recuento, a través de una campaña en las redes sociales bajo la etiqueta "AuditTheVote".
No obstante, la campaña de Clinton no ha dado por el momento ninguna señal de estar pensando en solicitar un recuento de votos.
Quien sí está urgiendo a que haya un recuento, al menos en Michigan, Wisconsin y Pensilvania, es la candidata presidencial del Partido Verde, Jill Stein.
La campaña de Stein aseguró este miércoles que necesitaba recaudar unos 2 millones de dólares para costear el recuento y, dado que esa cifra ya se superó, la nueva meta fijada hoy es de 4,5 millones de dólares.
En un vídeo publicado en Facebook, el director de campaña de Stein, David Cobb, alertó de que en los últimos días han aparecido informes de expertos cibernéticos que contienen "noticias muy preocupantes sobre la posibilidad de violaciones de seguridad en los resultados de la votación" del pasado 8 de noviembre.