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La seguridad en internet y la mejora de la comunicación entre los mandos militares de EEUU y China fueron los asuntos más relevantes de la reunión que dio comienzo hoy a la cumbre bilateral de presidentes entre Barack Obama y su hómologo Xi Jinping, que se celebra en el sur de California.

En esa primera toma de contacto, en la que se habló en términos muy generales y sin profundizar, según comentó Obama, quedó patente el interés de ambos gobiernos de encontrar formas de cooperar para afrontar problemas globales.

"El presidente Xi y yo reconocemos que existe una necesidad de establecer reglas y una aproximación en común en el asunto de la 'ciberseguridad'", declaró el líder estadounidense en una comparecencia con su contraparte asiática de más de media hora en una hacienda de Rancho Mirage, en pleno desierto californiano.

Xi confirmó que las autoridades de su país tienen "grandes preocupaciones en lo referente a la 'ciberseguridad'" y afirmó que ésa es un área en la que "China y EEUU pueden trabajar juntos de una forma pragmática".

El mandatario oriental admitió que "la gente puede tener la sensación de que la amenaza a la 'ciberseguridad' proviene principalmente desde China" pero insistió en que su país también "es víctima de ataques cibernéticos" y expresó su confianza en que se puedan tomar "medidas serias" para terminar con esto.

En un informe reciente, el organismo federal de análisis estratégico National Intelligence Council en EEUU afirmó que "China era de lejos el país más activo a la hora de robar propiedad intelectual de compañías de EEUU", un asunto que es en gran parte responsable del incremento de la tensión entre ambas potencias en los últimos meses.

Obama aprovechó la ocasión para insistir en las diferencias existentes entre la piratería y el robo de propiedad intelectual a través de internet y el polémico programa secreto desvelado esta semana por el que el FBI y a la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) acceden a registros de llamadas telefónicas en EEUU y las comunicaciones por internet en busca de actividad terrorista.

Fue Xi quien puso sobre la mesa la necesidad de mejora de las comunicaciones entre los ejércitos de ambos países, un ámbito que en el que la relación "no ha sido tan efectiva" como en el terreno diplomático o en el económico, explicó Obama.

"En un momento en el que hay tanta actividad militar en el mundo es importante que entendamos nuestros objetivos en ese nivel igual que a nivel político", dijo el líder norteamericano, que considera ese grado de comunicación militar como parte del "nuevo modelo de relación entre EEUU y China".

Obama indicó que se tomarán acciones concretas para fortalecer los vínculos entre los mandos militares de los dos países.

Xi coincidió en que ambas naciones "deben encontrar un nuevo camino" que sea "diferente de la confrontación e inevitable conflicto entre los países grandes que ha ocurrido en el pasado" y reiteró el compromiso de un "desarrollo pacífico" de China y un mayor aperturismo.

Tras las declaraciones, los dos presidentes siguieron su reunión mientras cenaban.

Obama y Xi continuarán las conversaciones durante la mañana del sábado antes de retomar sus agendas por separado.

La cooperación económica, la tensiones territoriales en la zona del Pacífico oriental, la situación de Corea del Norte y la guerra en Siria son otros de los temas que se espera que debatan los mandatarios en esta cumbre, en la que Obama también ha hablado de cambio climático y respeto por los derechos humanos.

Se trata de la tercera vez que Obama y Xi se ven las caras, la segunda en un año, si bien la última vez el líder asiático visitó Estados Unidos como vicepresidente de China. Xi asumió el poder en marzo pasado y se considera que tiene un perfil más internacional que su predecesor, Hu Jintao.