Serbia rechazó la oferta de Bruselas para un acuerdo sobre la autonomía para la minoría serbia de Kosovo y pidió una continuación del diálogo con Pristina, auspiciado por la Unión Europea (UE).
"El Gobierno serbio no puede aceptar los principios presentados de forma oral al equipo negociador de Belgrado porque no garantizan la plena seguridad, la permanencia y la protección de los derechos humanos de los serbios en Kosovo", declaró en Belgrado el primer ministro, Ivica Dacic.
Señaló también que "tal acuerdo no es aplicable y no llevaría a una solución definitiva y sostenible". Dacic, principal negociador por parte de Belgrado, ha sido encargado por su gobierno de informar formalmente a la Unión Europea sobre la decisión tomada.
Hoy expiraba el plazo dado a Serbia por Bruselas para que comunicase su decisión, después de que el pasado 2 de abril terminara la octava ronda de las negociaciones entre las dos partes, sin que se lograra un compromiso. La oferta de la UE no concede a los serbios de Kosovo una autonomía con competencias en Interior y Justicia, a lo que aspira Belgrado y a lo que se opuso Pristina.
DIÁLOGO CON KOSOVO
Un progreso sustancial y sostenible en el diálogo con Kosovo es la condición principal exigida a Serbia por la UE en su vía de acercamiento para a obtener una fecha de inicio de las negociaciones de ingreso en el club comunitario.
El rechazo de la oferta puede llevar a un largo estancamiento en el proceso de integración en la UE de Serbia, pero aceptar la propuesta podría causar descontento en los sectores más nacionalistas del país, según destacan los analistas serbios.
La mayoría albanokosovar autoproclamó en 2008 la independencia de Kosovo, que Serbia no reconoce, y que recibió el apoyo de las grandes potencias occidentales, pero no de Rusia, China, Brasil, España y otros países.
