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Tras ser declarado país libre de la transmisión del virus del Ébola, Sierra Leona entra ahora en una fase de extrema vigilancia durante los próximos 90 días y de un control intenso durante los siguientes 24 meses para evitar que el virus resurja.

La OMS declaró hoy a Sierra Leona libre de la transmisión del virus del Ébola tras cumplirse 42 días desde que diera negativo el segundo test de diagnóstico al último paciente infectado en el país. Veintiún días es el periodo de incubación del virus en los humanos.

Hasta la fecha, y según el último informe sobre la situación del ébola de la OMS, fechado el pasado 4 de noviembre, en Sierra Leona 14.089 personas se han infectado con el virus, de las cuales 3.955 han muerto.

"La OMS felicita al gobierno de Sierra Leona y a su población por haber logrado este significativo hito en la lucha del país contra el ébola", indica la entidad en un comunicado.

En previas epidemias de ébola, el riesgo de un resurgimiento del virus en los dos años siguientes fue de un 50 por ciento, pero dada la magnitud de ésta, la OMS teme que el porcentaje pueda ser mayor.

No es un temor teórico, es una amenaza real, dado que es lo que ocurrió con su vecina Liberia, que tras anunciar -y celebrar- por todo lo alto que había erradicado el virus, volvió a hundirse en el miedo y la ansiedad al resurgir la enfermedad.

El pasado 9 de mayo, la OMS anunció el fin de la transmisión del ébola en Liberia, lo que convirtió a este país en el primero de los tres más afectados en superar el contagio. No obstante, el 29 de junio, poco más de un mes después, el virus volvió a ser identificado e infectó a seis personas, de las cuales dos murieron.

Tras una intensa campaña de control de la enfermedad, el 3 de septiembre, la OMS volvió a declarar a Liberia "libre de transmisión de ébola". "El mayor riesgo es mostrar una euforia irracional o unas expectativas irreales", afirmó en rueda de prensa Bruce Aylward, máximo responsable de la respuesta a la epidemia de ébola de la OMS, la última vez que se le consultó sobre la posibilidad de derrotar a la actual epidemia.

La realidad sobre el terreno demuestra que el trabajo que se ha hecho en los últimos 20 meses ha dado resultado, pero la imagen tiene claroscuros, dado que, si bien se ha avanzado mucho, aún se está lejos de poder afirmar que se logrará a corto plazo el ansiado objetivo de tener "cero casos".

En la semana que acabó el 1 de noviembre sólo se detectó un nuevo caso en Guinea Conakry, el último de los países con cadenas de transmisión activas. Se trata de un recién nacido hijo de una mujer contagiada con el virus y que murió durante el parto.

La principal preocupación es que los tres casos confirmados la semana anterior tuvieron contacto con decenas de personas, lo que a pesar de su control, ha encendido las alarmas. La OMS ha alertado en reiteradas ocasiones de que hasta que no haya ningún caso y se haya superado el periodo de extrema vigilancia de 90 días en las tres naciones, el peligro del resurgimiento de la enfermedad sigue patente.

"'Cero casos' es un objetivo posible pero que está expuesto a muchas incógnitas, como la lluvia, la colaboración de la comunidad, el control de los infectados, de que sigamos obteniendo dinero y apoyo, etc.", aseveró Aylward en la misma ocasión.

Mientras, en Sierra Leona la epidemia ha diezmado a la población y a su previamente ya pobre sistema sanitario. El virus acabó con la vida de 221 profesionales de la salud. Asimismo, se estima que unas 4.000 personas han sobrevivido al contagio, y deberán seguir obteniendo cuidados médicos para paliar los efectos secundarios.

Muchos de ellos sufren dolencias musculares y defectos visuales como consecuencia de haber padecido la enfermedad y, de hecho, algunos aún mantienen el virus activo en su cuerpo aunque no son contagiosos.

Se ha detectado que algunos varones tienen restos del virus en su semen hasta nueve meses después, pero no se ha podido comprobar que hayan contagiado a sus compañeras durante el acto sexual, dado que si el riesgo fuera alto se hubieran visto muchos casos de transmisión a causa de ello.

El primer caso de ébola surgió en Guinea Conakry en diciembre de 2013, en marzo de 2014 se supo del brote y rápidamente se tuvo constancia de que el virus se había expandido a los países vecinos de Liberia y Sierra Leona. En casi dos años la epidemia ha causado 29.607 infectados, de los cuales 11.314 han muerto.