(Actualizado

Al menos 56 niños han muerto en Siria en el mes de noviembre, víctimas de la represión de las fuerzas gubernamentales de las protestas civiles contra el régimen de Bachar Al Asad, afirmó hoy el presidente de la comisión independiente de investigación de la violencia en el país árabe, Sergio Pinheiro.

"De acuerdo con fuentes fiables, hasta la fecha 307 niños han sido asesinados por las fuerzas estatales. Noviembre fue el mes más mortífero hasta ahora con 56 niños muertos", dijo.

Pinheiro intervino ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que celebra hoy en Ginebra una sesión especial para abordar la situación en Siria convocada tras conocerse las conclusiones del informe elaborado por la comisión que preside.

A la muerte de estos menores, hay que sumar las detenciones y tortura de otros menores, subrayó el jurista brasileño.

"Conocemos el caso de dos niños que murieron a causa de las torturas. El padre de Thamir Al Shareel, de 14 años, compartió con nosotros el informe de la autopsia y las radiografías del cuerpo de su hijo. Las heridas de Thamir reflejaban la severa tortura descrita por un testigo que vio al chico en un centro de detención militar", añadió.

La comisión presidida por Pinheiro, que no tuvo autorización de Damasco para visitar Siria, dio a conocer este lunes los resultados de su investigación, que concluye que las fuerzas de seguridad y el ejército cometieron crímenes contra la humanidad en la represión de las protestas de oposición con la aquiescencia del Gobierno.

MÁS DE 4000 VÍCTIMAS DE LA REPRESIÓN EN SIRIA

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha celebrado este viernes una sesión especial sobre la situación en Siria, donde según los datos del organismo internacional, en la represión de las protestas contra el Gobierno han muerto más de 4.000 personas.

La sesión fue convocada tras conocerse esta misma semana el informe de la comisión independiente de investigación que indagó en los sucesos violentos en Siria desde marzo pasado.

Éste concluye diciendo que "se cometieron crímenes contra la humanidad por parte de las fuerzas de seguridad con la aquiescencia del Estado".

La reunión comenzó con las intervenciones de la presidenta del Consejo, la embajadora uruguaya, Laura Dupuy, y de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, que el jueves adelantó la cifra de 4.000 muertos y habló de "guerra civil" al referirse a la situación en Siria.

Pillay tenía previsto actualizar la cifra de fallecidos durante la reunión del Consejo de Derechos Humanos, pero la adelantó en una rueda de prensa que ofreció en Ginebra, asegurando que situar el número de víctimas mortales 4.000 es una estimación "conservadora".

También, ha recordado en el Consejo de Derechos Humanos que una de las principales conclusiones del informe de la comisión de investigación es que "a pesar de que la mayoría de víctimas mortales y heridos han sido civiles desarmados". Para ésta, los detalles ofrecidos el lunes por la comisión son más que contundentes, para extraer estas conclusiones, pese a no haber recibido la autorización de visitar Siria.