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La posible dimisión del Gobierno socialista de Portugal, que puede producirse este miércoles si el Parlamento rechaza el nuevo plan de ajuste fiscal, presionó a la Bolsa de Lisboa y elevó los intereses de la deuda soberana a cinco y diez años. El diferencial de las Obligaciones del Tesoro (OT) a cinco años subía esta mañana a 7 puntos base hasta alcanzar el 8,05 %, un nuevo récord desde la entrada del país en el euro en 2002, mientras que los intereses a 10 años escalaban cinco puntos base, hasta el 7,54 %.El PSI-20, el principal índice de la Bolsa de Lisboa, caía a media mañana 1,40 %, hasta los 7.748,860, en contra ciclo a la mayoría de las plazas europeas.

El sentimiento de una grave crisis política en el país, que ya vive su peor recesión económica de los últimos 30 años, aumentó las especulaciones acerca de la posibilidad de que Portugal necesite ayuda financiera externa en el corto plazo e incitó a muchos inversores a deshacerse de deuda lusa, según los analistas financieros.

VOTACIÓN

El Gobierno del primer ministro socialista José Sócrates, que tiene minoría parlamentaria, somete hoy a votación en el Parlamento su nuevo plan de ajuste fiscal, que previsiblemente será rechazado por todos los grupos de la oposición, desde los conservadores hasta la izquierda marxista. En caso de reprobación, varios dirigentes del Partido Socialista (PS) de Portugal reconocieron que la crisis política en el país será inminente. "Si se confirma (el rechazo al nuevo plan de ajuste), el Gobierno comprenderá que no tiene condiciones para continuar en funciones", reflejó el líder parlamentario socialista, Francisco Assis, después de la reunión de anoche de la Comisión Política del PS.

Assis, que en los últimos días había exhortado al principal partido opositor, el Social Demócrata (PSD, centro-derecha), a posibilitar la aprobación del plan, consideró muy poco probable un punto de entendimiento. "No creo que ahora ese acuerdo (con el PSD) en torno al programa de ajuste sea posible. Infelizmente, viene ya una crisis política en un momento particularmente nefasto", se lamentó el dirigente.

Al término de la reunión, otros altos cargos socialistas reclamaron una actuación más rápida del presidente del país, el conservador Aníbal Cavaco Silva, para evitar una crisis política en el país. Sin embargo, el propio Cavaco, cuyas principales funciones son sancionar leyes, convocar elecciones y velar por el correcto funcionamiento de las instituciones, comentó ayer que la "rapidez" con la que transcurrieron los acontecimientos no le dejaron margen de maniobra para actuar preventivamente.

PLAN DE AUSTERIDAD

El nuevo plan de austeridad del Gobierno -el cuarto en un año- fue presentado el pasado 11 de marzo por sorpresa con el objetivo de rebajar el déficit público hasta el 2 % en 2013 a través de cortes en los salarios de los funcionarios, congelación de las pensiones y ahorro en las inversiones públicas, la educación y la sanidad. Aplaudido por Bruselas, el programa fue rápidamente censurado por la oposición portuguesa, que acusó al Ejecutivo de Sócrates de no haber debatido las medidas con el resto de fuerzas políticas y agentes sociales del país.