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Soldados chadianos de la Misión de la Unión Africana en la República Centroafricana (MISCA) abrieron fuego hoy contra una manifestación en Bangui, provocando la muerte de una persona, según informó la Cruz Roja del país. Los manifestantes, de religión cristiana, se habían congregado a la entrada del aeropuerto de la capital de la República Centroafricana para pedir la dimisión del presidente del país, Michel Djotodia, y la marcha de los militares chadianos de la MISCA.

Además, los centenares de participantes en la concentración mostraban su apoyo a la "Operación Sangaris", llevada a cabo por soldados franceses desplegados en el país y que trata de desarmar a las milicias rivales Séleka y "Anti-Balaka", cuyos choques han sumido en el caos y la violencia a la República Centroafricana.

"Dos vehículos de los militares chadianos de la MISCA intervinieron, cargando contra la multitud y disparando contra los manifestantes", precisó a Efe un testigo.

"La intervención (de los militares del Chad) dispersó la manifestación, pero la gente, enfurecida, prometió regresar al lugar", dijo otro testigo.

El recuento provisional de la Cruz Roja local habla de un muerto y un herido.

Gran parte de la población de la República Centroafricana, mayoritariamente cristiana, rechaza la presencia en el país de los soldados chadianos de la MISCA, a quienes acusa de complicidad con los exrebeldes de Séleka, que derrocaron con un golpe de Estado al expresidente François Bozizé el pasado 24 de marzo.

Séleka -formada por musulmanes y que llegó al poder liderada por el actual presidente, Michel Djotodia, a quien sigue siendo leal- cuenta entre sus filas con numerosos mercenarios chadianos y sudaneses.

Francia tiene a 1.600 efectivos en la República Centroafricana en base a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y para apoyar a las tropas africanas que buscan estabilizar el país.

Los ataques de las milicias "Anti-Balaka" se desataron el pasado día 5 de diciembre, cuando llevaron el caos a Bangui, donde se registraron intensos tiroteos con artillería pesada.

Las Fuerzas de Seguridad hicieron frente a las milicias cristianas.

Las acciones de esos milicianos cristianos partidarios del derrocado presidente Bozizé ocurrieron antes de que la ONU autorizase la intervención militar de Francia, junto a una fuerza africana, para restablecer el orden en ese país.

Recientemente, se han registrado choques entre partidarios de Séléka y la milicias de autodefensa "Anti-Balaka" ("antimachete" en sango, la lengua nacional), que han atacado a civiles musulmanes, confesión de los miembros de Séléka, pero minoritaria en el país.

La crisis de la RC comenzó cuando, el pasado 24 de marzo, la capital fue tomada por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país tras la huida de Bozizé al exilio, y se formó un Gobierno encabezado por el líder insurgente, Michel Djotodia.