Tokio y Estambul rivales de Madrid para albergar los Juegos Olímpicos de 2020
Es el quinto intento de Estambul y el cuarto de Tokio que ya tuvo sus Juegos Olimpicos en 1964
Tokio y Estambul son las dos ciudades candidatas que rivalizan con Madrid para albergar los Juegos Olímpicos de 2020. Tokio presenta un proyecto compacto respaldado por la fortaleza del yen, aunque la cercanía de los Juegos de Pyeongchang 2018, el menor apoyo popular y la sombra de la radioactividad son sus principales obstáculos. Por su parte Estambul 2020 se presenta como el puente entre Oriente y Occidente --de ahí su lema 'Bridge Together' ('Tendamos puentes juntos')--, respaldada por una economía en crecimiento y con las ganas más que demostradas de ser ciudad olímpica al ser la actual la quinta candidatura presentada, aunque tiene en su contra las protestas contra el Gobierno, la situación de inestabilidad en Oriente Medio, los casos de dopaje y los problemas del transporte.
Madrid, Tokio o Estambul. Esa es la cuestión que deben decicir mas de un centenar de miembros del Comité Olímpicos Internacional reunidos en Buenos Aires. Conocemos las razones que avalan la candidatura madrileña, pero cómo son los proyectos de las dos ciudades que rivalizan con la capital española por albergar los Juegos Olímpicos de 2020.
TOKIO
Tokio 2020 presenta un proyecto compacto por la cercanía entre la mayoría de sus sedes y, apoyado en la fortaleza de su moneda, el yen, sólido económicamente para afrontar la construcción de las infraestructuras necesarias para los Juegos Olímpicos de dentro de 7 años con la antelación suficiente. En el informe redactado tras la visita del Comisión de Evaluación a Tokio entre el 4 y 7 de marzo pasados, el COI valoró a la capital nipona como "una ciudad moderna y dinámica" que, al mismo tiempo, "tiene mucho respeto por su historia y su cultura", herramientas para elaborar una candidatura "basada en el centro de la ciudad".
Tokio ha diseñado un proyecto compacto con el 85 por ciento de sus sedes en un radio de ocho kilómetros respecto a la Villa Olímpica, sedes que estarían construidas en mayo 2019 gracias a un fondo de reserva de 4.500 millones de dólares (3.425 millones de euros).
Cuenta con una amplia oferta hotelera de cerca de 150.000 habitaciones y una moderna red de transporte, junto a dos aeropuertos internacionales de gran capacidad.
En cambio, los datos del informe reflejaron que la candidatura asiática se resiente en apoyo popular en comparación con sus competidoras. Así, cuenta con un 70 por ciento en Tokio y 67 por ciento en el resto del país, datos sensiblemente inferiores a los de Estambul (83 y 76) y Madrid (76 y 81).
Con el recuerdo aún reciente del tsunami de 2011 y los riesgos de posible contaminación radioactiva, la cercanía de Pekín 2008 y, sobre todo, de los Juegos Olímpicos de invierno en la localidad surcoreana de Pyeongchang en 2018 son sus posibles hándicaps ante los ojos de los votantes del COI.
A su favor juega el recuerdo de la edición que albergó en 1964, unos Juegos en los que limpió la imagen de un país devastado por la Segunda Guerra Mundial y que más de medio siglo después una de las locomotoras económicas mundiales pretende convertirlos en un nuevo referente como lo fue Pekín.
También, que las casas de apuestas dan a Tokio, una de las regiones con mayor riesgo sísmico del mundo y que ha empleado para la Villa Olímpica tierra de la Bahía de hace casi un siglo, como favorita con una ligera ventaja sobre Madrid y Estambul.
ESTAMBUL
Estambul 2020, rival de Madrid y Tokyo, se presenta como el puente entre Oriente y Occidente --de ahí su lema 'Bridge Together' ('Tendamos puentes juntos')--, respaldada por una economía en crecimiento y con las ganas más que demostradas de ser ciudad olímpica al ser la actual la quinta candidatura presentada, aunque tiene en su contra las protestas contra el Gobierno, la situación de inestabilidad en Oriente Medio, los casos de dopaje y los problemas del transporte.
El COI resaltó en el informe elaborado tras la visita en marzo de la Comisión de Evaluación tanto el respaldo gubernamental, el amplio apoyo popular y la capacidad de la ciudad para llevar a cabo las infraestructuras necesarias a tiempo para la cita olímpica. Un presupuesto holgado explica la confianza en su solvencia financiera para construir el 70 por ciento de las sedes de competición que restan.
La capital turca presenta un proyecto compacto, con todas las sedes en Estambul, excepto algunos partidos de la fase previa de fútbol, lo que supondría "en tiempos de trayecto muy largos y eventuales dificultades para la familia olímpica".
Según los responsables de Estambul 2020, todas las sedes se encontrarían en un radio de 30 kilómetros respecto a la Villa Olímpica y los deportistas no tardarían más de 35 minutos en acceder a las mismas, una estimación que la Comisión de Evaluación consideró que "puede ser optimista para las sedes más alejadas".
Lo que no tuvo en cuenta el informe del COI fueron los puntos flacos de la candidatura turca, empezando por las protestas contra el Ejecutivo del primer ministro Tayyip Erdogan, ya que tuvieron lugar en mayo, meses después de la visita del Comité Olímpico. Cientos de personas resultaron heridas en las revueltas contra la intención del gobierno de demoler el parque Gezi para reconstruir el cuartel de Taksim y construir un centro comercial. La policía empleó contra la población gas lacrimógeno y agua, lo que recrudeció el conflicto, que se saldó con cinco muertos, uno de ellos un agente.
Tampoco ayuda al sueño olímpico turco la situación de inestabilidad en Oriente Medio y la más que inminente entrada de los Estados Unidos en la vecina Siria, a lo que habría que unir los casos de dopaje. Varios deportistas de la Federación Turca de Atletismo se han visto salpicados por el escándalo siendo el más reciente el del doble campeón europeo de los 100 metros Nevin Yanit, sin olvidar la suspensión en el mes de mayo de la que fuera campeona olímpica de los 1.500 metros Asli Cakir Alptekin. Sin embargo, desde el gobierno de Ankara creen que las sanciones impuestas pueden ser vistas por el COI como algo positivo para demostrar su lucha sin cuartel contra el dopaje. También juega a su favor el amplio apoyo gubernamental, con el primer ministro Erdogan a la cabeza, que nunca ha ocultado su deseo de que Estambul sea olímpica, un anhelo acariciado desde sus tiempos como alcalde de la metrópoli.
Erdogan, que apoyará a Estambul con su presencia este sábado en Buenos Aires, también defenderá la capacidad de la ciudad para organizar grandes eventos, como los Juegos del Mediterráneo este año en Mersin y la Copa Mundial de la FIFA sub-20. Otro punto fuerte de la candidatura pasa por el hecho de que Estambul podría organizar, del 7 al 23 de agosto de 2020, los que serían los primeros Juegos en un país musulmán laico.
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