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La UE aprueba el plan por el crecimiento y el empleo por 120.000 millones
- La deuda española e italiana en el centro de los debates de los líderes europeos
Los Veintisiete han aprobado en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno un plan de crecimiento por valor de 120.000 millones que ayude a fomentar la actividad económica y el empleo.
Esa cantidad, equivalente al 1% de la riqueza nacional bruta de la UE (GNI, en inglés), procede de distintas iniciativas previas, por lo que no puede considerarse financiación nueva.
DOS DÍAS DECISIVOS PARA EL FUTURO DEL EURO
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete tratarán de acordar en la cumbre que comienza este jueves medidas "a corto plazo" para estabilizar los mercados de deuda española e italiana, como la compra por parte del fondo de rescate de bonos de los dos países. Los líderes europeos presionarán además a la canciller alemana, Angela Merkel para que acepte más a largo plazo la recapitalización directa de los bancos problemáticos por parte del fondo de rescate de la UE y la emisión conjunta de deuda en la eurozona. Merkel ha insistido esta semana en que estas ideas son "contraproducentes" y ha exigido que antes de avanzar en esta dirección los Estados miembros cedan soberanía en materia presupuestaria.
Los Veintisiete examinarán las propuestas del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para corregir los defectos estructurales de la eurozona y avanzar hacia una unión bancaria, presupuestaria y política con el fin de generar confianza. "Es muy importante que esta cumbre elimine cualquier duda sobre la irreversibilidad del euro", ha dicho el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
No obstante, las fuertes diferencias que persisten entre Alemania, por un lado, -que cuenta con el respaldo de Finlandia y Países Bajos- y Francia, España e Italia, por otro, complican las posibilidades de que el Consejo Europeo logre algún tipo de acuerdo que calme a los mercados.
El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha resaltado que es "esencial" que los líderes europeos adopten medidas a corto plazo para calmar a los mercados y no se limiten únicamente a discutir el futuro a largo plazo de la eurozona. "Estamos trabajando con los Estados miembros de la eurozona para tomar decisiones convincentes para la estabilización a corto plazo de los mercados financieros, especialmente los mercados de deuda de los Estados de la eurozona sujetos a especial presión", en referencia a España e Italia, ha dicho a la prensa el responsable de Asuntos Económicos.
"No tengo más comentarios sobre la sustancia de estas medidas de estabilización a corto plazo. Estoy contribuyendo a este trabajo desde la Comisión y espero una reunión muy importante mañana y pasado (por el jueves y el viernes) en el Consejo Europeo", ha indicado.
LOS BONOS ESPAÑOLES E ITALIANOS
Sobre la mesa está la propuesta del primer ministro italiano, Mario Monti, de que el fondo de rescate de la UE compre masivamente bonos españoles e italianos de forma automática y sin condiciones de política económica para ninguno de los dos países. Esta idea cuenta con el apoyo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero ha sido rechazada por Alemania hasta ahora. Berlín alega que el fondo ya está autorizado a comprar deuda, pero siempre que lo pida un país y se someta a un plan de ajuste económico.
La alternativa del fondo de rescate ha saltado a la palestra a raíz de la negativa del Banco Central Europeo (BCE) a reactivar su programa de compra de deuda española e italiana, pese a las peticiones de los Gobiernos de Madrid y Roma. El objetivo es reducir los costes de financiación de ambos países y evitar así que sea necesario un rescate completo a cargo de la UE.
En cuanto a la recapitalización directa de los bancos, Rehn reitera que no estará disponible para España, tal y como reclama el Gobierno para evitar que la ayuda de hasta 100.000 millones al sector por parte del Eurogrupo compute como deuda y contamine la prima de riesgo. El resto de socios sólo aceptará esta opción, según el vicepresidente, cuando se haya creado un regulador común europeo reforzado que supervise a todos los bancos de la eurozona.
Van Rompuy ha dicho que espera que del Consejo Europeo salga un "entendimiento común" sobre su plan de futuro para la eurozona, que se pondría en marcha durante la próxima década. El informe -en cuya elaboración han participado también Barroso y los presidentes del BCE, Mario Draghi, y del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker- propone dar nuevos poderes al Eurogrupo para que pueda corregir los presupuestos nacionales de los países incumplidores. A largo plazo sugiere crear un Tesoro europeo y la emisión conjunta de deuda.
Los cuatro mandatarios piden además encomendar al BCE la supervisión de todos los bancos de la eurozona y proponen que el fondo de rescate de la UE actúe como garante de los fondos de garantía de depósitos y los fondos de liquidación de bancos de los Estados miembros, para evitar así fugas de depósitos en los Estados con más problemas.
Pero Merkel ha mantenido este jueves su rechazo a la emisión de eurobonos y ha sostenido que la mutualización de la deuda sería una política errónea y contraproductiva. "La responsabilidad conjunta solo puede tener lugar cuando se hayan puesto en marcha suficientes controles" a las economías nacionales, ha dicho.
Eso sí, la canciller ha reconocido que todos los ojos estarán en puestos en Alemania en la cumbre que se celebra en Bruselas, pero ha recordado que el país no tiene "una fortaleza ilimitada". Así, ha advertido de que si aumentan las tensiones en torno a la economía alemana, esto tendría consecuencias imprevisibles para Europa.
PACTO POR EL CRECIMIENTO
La necesidad de encontrar soluciones definitivas a la crisis de deuda ha dejado en segundo plano el plan de crecimiento por valor de 130.000 millones de euros que aprobarán este jueves los líderes europeos, y que fue anunciado la semana pasada tras la reunión entre Merkel, Rajoy, Monti y el presidente francés, François Hollande.
El plan no incluye dinero nuevo sino que recicla iniciativas ya conocidas. En primer lugar, la ampliación en 10.000 millones de euros del capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI), lo que le permitirá aumentar en 60.000 millones su capacidad de financiación. España deberá aportar casi 1.000 millones.
En segundo lugar, los líderes europeos aprobarán utilizar 230 millones de euros del presupuesto comunitario para avalar la emisión de bonos que sirvan para financiar grandes proyectos de infraestructuras. Con ello esperan atraer hasta 4.600 millones de euros en 2012 y 2013. El resto del dinero vendrá de reasignar fondos europeos ya previstos pero que todavía no se han gastado.
La reunión del Consejo Europeo se desarrollará desde las 15:00 horas con un debate con el presidente de la Eurocámara, el socialista Martin Schulz, sobre el presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020. Las negociaciones están bloqueadas por el enfrentamiento entre países como Reino Unido, Alemania o Francia, que piden recortes en línea con los ajustes adoptados en las cuentas nacionales, y la Comisión, los países del este y España, que reclaman mantener las políticas de cohesión. Y concluirá con una cumbre del Eurogrupo el viernes a mediodía donde se espera que se acuerden las medidas a corto plazo para ayudar a España e Italia.