La zona euro contará con un fondo permanente para hacer frente a las crisis de deuda soberana que puedan ocurrir a partir de 2013, cuando expira el mecanismo temporal aprobado en mayo tras el rescate "in extremis" de Grecia.
El texto del nuevo artículo afirma simplemente: "Los Estados miembros cuya moneda es el euro podrán establecer un mecanismo de estabilidad que será activado si fuera indispensable para salvaguardar la estabilidad de la zona euro en su conjunto. La concesión de ayuda financiera solicitada bajo el mecanismo estará sujeta a estrictas condiciones".
El lenguaje empleado era uno de los puntos de debate en el encuentro de ante la exigencia alemana de que la fórmula elegida aclarase que la ayuda sólo será ofrecida "como último recurso". Finalmente, el texto endurece la propuesta inicial, pero no llega al extremo deseado por Berlín -"último recurso"- porque hubiera supuesto un corsé demasiado rígido a la hora de decidir cuándo es lícito salir en auxilio de un país con problemas.
Los bonos emitidos a partir de junio de 2013, cuando caduca el fondo de rescate temporal, incluirán unas cláusulas de acción colectiva que permitirán "que los acreedores aprueben por mayoría cualificada un cambio vinculante en los términos de pago, en caso de que el deudor sea incapaz de pagar", según el borrador de conclusiones de la cumbre.
Por otro lado, los líderes de la Unión Europea están discutiendo nuevas herramientas para estabilizar los mercados de deuda, más allá del mecanismo de rescate permanente.