El alcalde de la asediada ciudad de Mariúpol, Vadim Boychenko, estima que más de la mitad de los habitantes que tenía hasta el inicio de la invasión, 540.000, la han abandonado, según declaraciones reproducidas por el portal ucraniano Ukrinform. Según el alcalde, el 80% de los edificios residenciales ha quedado destruido. Y hasta 30.000 habitantes han sido deportados por las tropas rusas y no hay apenas contacto con estas personas.
Las autoridades de Mariúpol denunciaron ayer la deportación masivas de personal médico, paciente y otras personas que se habían refugiado en el sótano de un hospital de la ciudad, aunque sin precisar cifras.
Por otra parte, el corredor humanitario acordado para posibilitar la evacuación de las personas atrapadas en la asediada ciudad de Mariúpol sigue restringido a vehículos privados, advirtió el gobierno de Ucrania, ya que no se permite el paso de autobuses.
La viceprimer ministra, Iryna Vereshchuk, informó de que éste corredor será uno de los dos acordados para poder evacuar este domingo a los civiles atrapados en las ciudades más castigadas por los ataques de las tropas rusas.
Kiev y Moscú se han estado responsabilizando mutuamente de que los corredores humanitarios acordados por ambas partes no lleguen a funcionar.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el viernes, tras la cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas, el propósito de su país, en cooperación con Turquía y Grecia, de apoyar la evacuación de Mariúpol, donde se estima están atrapados unos 100.000 habitantes.
Mientras aún circulaban los trenes y autobuses lo hicieron unos 140.000, a lo que siguieron otros 100.000 ya en condiciones más difíciles en las dos primeras semanas de asedio y otros 60.000 a partir de entonces.